Cancer de seno
Cada seis minutos muere en el mundo una mujer por cáncer de seno. Son diez cada hora, según la estadística de la Organización Mundial de la Salud.
Colombia hace parte de esa estadística: en el último año las muertes pasaron de 1.327 a 2.566. Cada año se diagnostican en el país 7.000 mujeres con cáncer de seno y de ellas 2.566 mueren.
Lo grave del asunto, y que reconocen las propias autoridades, es que en el 70 por ciento de los casos el cáncer se detecta de manera tardía y además no tiene tratamientos oportunos, con los que se podría reducir la mortalidad.
Si las mujeres que consultan al médico obtienen una detección rápida y una atención rápida, el cáncer tiene curación. Pero no es lo que está ocurriendo en el país.
En Bogotá, por ejemplo, el 60 por ciento de los casos son detectados en estados avanzados, y las pacientes pueden tardar meses en lograr un procedimiento.
Dramático resulta confirmar que en muchos casos, por tramitología de las EPS los tratamientos no tienen continuidad por falta de autorizaciones y el efecto de curación se dilata, cuando no se pierde, mientras la enfermedad avanza.
El cáncer de seno representa el 25 por ciento de todos los cánceres que se diagnostican en el mundo. Bogotá representa el 45 por ciento de los casos diagnosticados en el país, según la Asociación Colombiana de Mastología, que indica que una de cada 17 mujeres puede desarrollar la enfermedad a lo largo de su vida.
La Liga contra el Cáncer ha revelado que los estudios demuestran que las tasas de mortalidad del cáncer de seno han aumentado más del doble en los últimos 30 años en Colombia.
Grave, muy grave, confirmar que el mayor problema del cáncer de seno es que no se está detectando a tiempo y que además no está teniendo tratamiento oportuno, porque en el día a día de los trámites, las pacientes no obtienen autorizaciones oportunas, y cuando las consiguen no son integrales, y en ocasiones pierden la continuidad y deben empezar de ceros a tratar un cáncer cada día más avanzado.
Así, no es extraño que la mortalidad siga creciendo. Y que las principales víctimas mortales de este cáncer sean las mujeres de 15 a 54 años, como lo indica la Liga contra el Cáncer.
No nos podemos descuidar. Hoy, como siempre, la clave es la detección temprana, que es la insistencia de las organizaciones y los especialistas para poder salvar vidas de mujeres.
Como sugieren los especialistas consultados, la edad no es una contraindicación para realizar una mamografía cuando haya sospecha de malignidad para poder evitar la muerte.