“Claudia López se fue en contravía de los intereses de la ciudad y nos confirma una vez más que una cosa era lo que decía en campaña y otra lo que vino a hacer como alcaldesa. Todavía recordamos aquella declaración enérgica en medios donde le exigía a Enrique Peñalosa no decretar el POT presentado por el entonces alcalde en 2019 porque según decía ella, significaba un irrespeto e ilegitimidad con los bogotanos, imponerles una visión de ciudad sin consenso; ahora, todo ese discurso se vino abajo con el peso de los intereses y el ego político que caracteriza a la Administración Distrital y entra en vigor un POT que en el papel prometía ser incluyente, cuidador y de proximidad, pero que en la realidad no lo es”.
Según la cabildante del partido Alianza Verde, son varios los argumentos que sustentan que la propuesta del gobierno Distrital tiene errores de forma y de fondo que no hacen posible su aplicabilidad y perjudican la movilidad, la vivienda y el ambiente. “Solo contó con 21.823 participantes en comparación con el proyecto del 2019, que tuvo 30.782. Habla de una visión de proximidad, que se contradice con la realidad y la norma, ya que Bogotá necesita en los próximos años alrededor de 1’067.000 viviendas mientras que el proyecto solo contempla 600 mil, expulsando a los bogotanos a la sabana. Quedan establecidas las 33 UPL sin el concepto ciudadano ni las variables sobre la distribución poblacional, que ignoran la apropiación de los territorios y materializan el riesgo de que barrios con un fuerte tejido social, desaparezcan por la propuesta de mezcla de usos de suelo en sectores en los que no es dable”.
Frente a la movilidad, la concejal indicó que pierde la ciudad y los sectores que hoy por hoy son los que más sufren el trancón y la contaminación. “Se descarta la ALO Norte, como se planteó inicialmente, perjudicando procesos con la región y a más de 500.000 habitantes de Suba que terminan condenados a los interminables embotellamientos. Quedan en el papel cinco líneas de metro, de las que solo una está en obra, y las otras 4, en veremos; como ocurre con la línea 3, que no tiene hasta ahora ningún soporte, o como las líneas 4 y 5 de la Avenida Boyacá, que obligan a que esa sea la única solución, sin un estudio de alternativas en el corto plazo”.
Además cuestionó que en materia ambiental no se planteen alternativas de desarrollo para el Río Bogotá que se reconcilien con su recuperación, que deja la incertidumbre sobre el manejo de los residuos de la ciudad, o qué pasará con el Relleno Sanitario Doña Juana.
Anunció además que interpondrá acciones jurídicas en contra del Plan de Ordenamiento Territorial decretado con el fin de evitar más perjuicios para la ciudad que no supera aún la crisis de la pandemia. “Efectivamente como lo advertí desde la radicación del documento en el Concejo, se trató de un POT de Afán, que respondió más al calor de la emoción de querer remontar los malos resultados de las encuestas y a intentar cumplir en muy poco algunas promesas de campaña ante un mal gobierno de dos años. No podía terminar peor el año para Bogotá, no hay claridad en cómo va a ser la aplicabilidad de ese POT que no tiene transición, por eso, demandaré esta herramienta caprichosa que la alcaldesa saca hoy por decreto pasando por encima de todos los ciudadanos”.