No sorprende que se haya levantado la medida cautelar que suspendía el POT de Bogotá, en primer lugar porque como se evidenció el día de ayer los Magistrados Claudia Elizabeth Lozzi Moreno y Felipe Alirio Solarte tienen familiares que trabajan con la administración distrital. De la Magistrada su hija Sabrina Borras Lozzi que tiene un contrato con la dirección de Planes Maestros en la Secretaría De Planeación por 88 millones, mientras que el Magistrado tiene a su sobrino Paul David Solarte López en la Secretaría General con un contrato de 87 millones. Ante estos hechos preocupa que no tomaron un paso al costado lo cual genera dudas sobre qué tan imparcial fue la decisión que se tomó el día de hoy en contradicción a lo que la ciudad necesita.
La alcaldesa y su secretaría salieron a celebrar una “victoria” que solo aplauden ellas y aquellos que se han visto beneficiados de la mermelada alternativa de este gobierno y que han tenido por tarea aplaudir como focas todo aquello que la administración presenta, pero la realidad es que somos más los que lamentamos esta decisión, debido a que como siempre lo evidencie en debates y medios sacar un POT de afán como quedo el Decreto 555 de 2021 los bogotanos van a ser expulsados a la sabana ante la nefasta gestión del suelo y normas establecidas para los próximos 12 años, todo esto disfrazado de una “visión ambiental” que habla de una ciudad de 15 minutos pero que va en la realidad los tiempos de viaje, la contaminación, el aumento de la huella urbana de la sabana van en contravía de lo que la alcaldesa habla de manera convincente ante los medios y eventos a los que es invitada.
Los bogotanos pierden con este POT, un POT que se caracterizó en representar lo que es la alcaldesa para esta ciudad y es un compilado de contradicciones, donde al tiempo que habla de reverdecer, la realidad de las normas urbanas planteadas llevaba a que fuera más atractivo el desarrollo en otros municipios dejando como consecuencia una huella urbana mayor para la región, hablaba de la importancia del rio pero le da la espalda a pesar de que habilita suelo de desarrollo desconectado del eje estructurante que es nuestro río y que puede generar un sentido de apropiación real con la estructura ecológica, habla de la importancia de revitalizar y renovar zonas, pero las cobija en una figura denominada actuaciones estratégicas a reglamentarse en seis años, así como hablaba de una participación que no supero la que se hizo por UPZ en el gobierno de Enrique Peñalosa.
El futuro para la ciudad es incierto con esta visión que Claudia López y Planeación dejaron en este POT que vuelve a tener vigencia desde este momento, un POT que al salir de afán con más contradicciones venía siendo “ajustado” bajo una serie de decretos reglamentarios que siguen sin dejar claras las reglas de juego para los diferentes actores de la ciudad.
Así como celebran muchos esta noticia, espero que estos mismos estén celebrando con aquellas comunidades de Barrios Unidos, Modelia y demás sectores que creyeron en ellos y que vuelven a ver como sus opiniones, cuestionamientos fueron ignorados por un gobierno que los manipulo para hacerse elegir.
Concejal de Bogotá
