Por meses le hemos venido insistiendo desde el Concejo de Bogotá a la alcaldesa Claudia López que genere estrategias de seguridad que impliquen un trabajo interinstitucional y de la mano con la Policía y el Ejército Nacional para mitigar la ola de delincuencia que azota la ciudad.
Esta solicitud ciudadana de contar con la militarización y acompañamiento del Ejército en diferentes zonas de la ciudad más golpeadas por la violencia, cobró más fuerza con el vandalismo de más de ocho meses y por las cifras que ha entregado la Secretaría de Seguridad que demuestran que los delitos de alto impacto no tienen una reducción significativa.
En sectores como los alrededores de los portales de Américas, Usme y Suba las comunidades han insistido en diferentes ocasiones que la Administración Distrital decrete la militarización de esos sectores para proteger sus derechos, para avanzar en la recuperación de los millonarios daños que ha causado la protesta violenta y para recobrar su tranquilidad y salud mental. Aseguran sentirse abandonados por la institucionalidad e ignorados por la justicia.
Destaco la sensatez de la alcaldesa que hoy entiende que la seguridad debe ser integral y es fundamental en la agenda de los bogotanos, ya sea por la temporada de navidad o cuando se requiera, el apoyo de la Policía o del Ejército será siempre bien recibida por las comunidades que en carne propia viven a diario una realidad de inseguridad y violencia.