Debate en torno a la cuarentena

La alcaldesa Claudia López afirmó que el indicador principal para levantar la cuarentena en Bogotá será aumentar la capacidad instalada hospitalaria para atender enfermos por coronavirus (además de pacientes con otras enfermedades que ya ocupan actualmente los hospitales y a quienes no se les puede dejar de prestar la atención en salud)

Como se observa en la ilustración Nº 1, serían varios los picos epidemiológicos de contagio y posiblemente varias cuarentenas. Si se levanta la cuarentena por cumplir con los indicadores, las personas saldrán con normalidad y aumentará inevitablemente el número de contagiados (segundo pico); en la medida en que se vean sobrepasados los servicios de salud el camino es 1. Decretar una nueva cuarentena 2. Ampliar recursos humanos y físicos. 3. Levantar nuevamente la cuarentena cuando se amplíe esa capacidad y así sucesivamente.

Otras perspectivas, basadas en modelos matemáticos, sugieren una cuarentena 'inteligente' distinta a la que hoy países de todo el mundo están copiando de China e Italia con cierres totales, bajo el argumento que a largo plazo se puede afectar seriamente la economía global y aumentar brechas de pobreza y mortalidad con mayores consecuencias que el COVID-19. El modelo consistiría en dos (2) días laborales y cinco (5) de confinamiento o cuatro (4) y diez (10) respectivamente. Investigadores proponen ir evaluando el modelo y la posibilidad de volver al cierre total de ser necesario. Esto permitiría activar parte de la economia y devolver cierta normalidad unos días por semana a la población.[1]

Un estudio llevado a cabo por universidades británicas estima que la tasa de mortalidad del COVID-19 es de 0,66% teniendo en cuenta que una parte de las infecciones no llega a confirmarse. Si se analizan solo los casos confirmados la tasa es de 1,38%. La tasa de mortalidad aumenta conforme a la edad de los pacientes siendo de 0,031% en personas entre 20 y 30 años y alcanza el 7,8% en mayores de 80 años. El mismo patrón se observa en el porcentaje de enfermos que requieren hospitalización: el 3,4% de enfermos entre 30 y 40 años son ingresados, mientras que el 8,2% de las personas entre 50 y 59 años contagiadas son hospitalizadas.

Por otro lado, el tiempo medio entre los primeros síntomas y la muerte de una paciente es de 17,8 días, mientras que los pacientes que se recuperan toman alrededor de 22,6 días en ser dados de alta. Investigadores estiman que entre el 50% y el 80% de la población mundial puede infectarse a la vez que recalcan que la mayoría podría recuperarse, aunque sufrieran síntomas graves. Concluyen afirmando que las estimaciones de ratios de mortalidad pueden variar ligeramente entre países debido a las diferentes medidas de prevención y mitigación que adoptan los gobiernos[2].

Estas cifras deben tomarse con serenidad y seriedad. Nos invitan a no bajar la guardia y por el contrario a continuar adoptando medidas para la contención del virus especialmente para personas mayores y quienes ya cuentan con alguna enfermedad de base. Hoy muchos sectores de la población sienten incertidumbre sobre el tiempo que va a durar la cuarentena y cómo impactaría la economía. Expertos epidemiólogos aseguran que su duración dependerá mucho del comportamiento social y cómo se desarrolle el virus.

Los sistemas de salud están siendo confrontados con un rápido incremento de la demanda generada por el COVID-19. El problema radica en que cuando los sistemas de salud son sobrepasados, se aumentan indiscutiblemente las muertes (no sólo aquellas directamente relacionadas con la pandemia sino también a causa de enfermedades prevenibles), asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hoy, el director de la OMS advirtió que relajar las medidas de confinamiento demasiado pronto podría provocar una recaída sanitaria y ocasionar una peor consecuencia económica. Ya va más de un millón de personas contagiadas y más de 55.000 han muerto[3].

Ilustración 2. Número de casos, muertes y personas recuperadas por COVID-19 a nivel mundial

Fuente: Mapa de Universidad Johns Hopkins 3 de abril 12:39 p.m.

Como ciudadanos está en nuestras manos el autocuidado de nuestra salud y el acatar las medidas para que éstas sean exitosas y se puedan retomar las actividades con normalidad en un plazo no mayor a 3 meses. Ya sea que la cuarentena se levante, continúe o se haga de manera parcial, la interacción social deberá seguir siendo limitada y las medidas de higiene estrictas. No hay una última palabra en la forma de contener el virus pues es nuevo y apenas lo estamos conociendo y estudiando, pero podemos seguir el ejemplo de casos exitosos de otros países.