Ante los retos que ha generado la pandemia del Covid-19 y el Paro Nacional, se incrementó la crisis social, la necesidad de los más pobres y del sector productivo, es momento de apoyarnos entre actores públicos, privados y sociedad civil.
Lo primero es recuperar el empleo que se ha perdido por los cierres de las empresas que no solo afectan a sus dueños, sino que limitan la generación de empleo, cosa que no es posible mientras se mantengan las afectaciones en el marco del Paro Nacional que en el panorama del país, ha dejado pérdidas por más de 10.2 billones de pesos, que equivalen al 42% del presupuesto que tiene Bogotá; Fenalco Nacional por su parte, ha reportado pérdidas por 2.8 billones de pesos; el sector de la agricultura según la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) ha perdido por 1.7 billones y por su parte el gremio de constructores Camacol informó que en las construcciones de edificaciones del país hay 472.000 empleos en riesgo dado que de 2.289 proyectos de obra el 75% están actualmente detenidos; mientras que ConfeCámaras realizó una encuesta a 12.979 empresarios de diferentes regiones en la que el 22.2 % afirmó que tuvo que suspender operaciones y el 90.4% de los empresarios asegura que entre 1 y 5 empleos están en riesgo.
Estas son solo algunas cifras que muestran el panorama que tiene el país e implican esfuerzo de todos los sectores políticos y económicos para recuperar la productividad económica que no puede darse si buscamos que haya perdedores. Es innegable que una de las principales razones de las marchas es la situación de desempleo; el país tiene 21 millones de personas en pobreza monetaria y el 31,3% de esa población está en Bogotá, es decir, 3.357.585 de ciudadanos. El trabajo conjunto de gobiernos locales con su tejido empresarial, es la clave, no es capricho apoyar a los microempresarios que representan el 86% de las empresas de Bogotá. Cada día de paro implica pérdidas diarias por 50.000 millones de pesos como lo informó Fenalco Bogotá y ante este panorama es momento de apoyar la apertura y reactivación sin obstáculos. Las ciudades no aguantan más.
Celebró los anuncios realizados por la alcaldesa Claudia López, sin duda, la reapertura de todos los sectores era una medida urgente y necesaria para afrontar la crisis generada por la pandemia y que se ha acentuado con los bloqueos y daños de las manifestaciones; por lo que también reitero a la Administración Distrital las propuestas que en esa materia he realizado desde el año pasado.
Propuestas para la reactivación
Inicialmente, la apertura total del comercio formal en la fecha establecida y con garantías, quienes cumplen con las medidas del Gobierno Nacional y Distrital y que han hecho fuertes inversiones para cumplir con todos los parámetros establecidos en temas de bioseguridad, esto es permitir que todos los bogotanos puedan trabajar. Otro punto que aplaudo, es que las entidades del Distrito y las Alcaldías Locales le apuesten a la inversión de obras de vivienda, vías y parques teniendo en cuenta que estas generan empleos y bienestar a la sociedad; que se amplíen de acuerdo a la realidad actual, los alivios tributarios de predial e ICA, así como contemplar una estrategia más solidaria que incentive a los ciudadanos a cumplir con sus deudas tributarias, haciendo uso de condonaciones de intereses, métodos de pagos por plazos o cuotas sin intereses.
Las compensaciones para Pymes, que permitan subsidios temporales para los costos fijos como nómina, arriendo y servicios públicos, es otro aspecto que espero el Distrito tenga en cuenta; también para que los comerciantes que han sido víctimas del vandalismo puedan ser beneficiados con un Fondo Especial en el que tengan alivios tales como: líneas crediticias con plazos cómodos intereses moderados y acciones similares que permitan un apoyo real. De la mano de esta propuesta vienen las sanciones reales y efectivas a los responsables de estos actos vandálicos. Prioritario que la movilidad y en especial el transporte público masivo se garanticen sobre el bloqueo de vías que no es un derecho y no puede hacer parte de la protesta.
Queda como saldo pendiente dentro de los anuncios de la alcaldesa para la recuperación de Bogotá, un trabajo de fondo para recuperar la seguridad en la ciudad, ya que como se ha visto en hechos recientes los actos vandálicos en medio de las protestas sociales fueron el pan de cada día, evidenciando la imposibilidad del actuar del cuerpo policial de manera efectiva con el fin de proteger la infraestructura de la ciudad pública y privada, así como la tranquilidad de los ciudadanos. Antes de los hechos vandálicos, la ciudad ya enfrentaba una crisis de seguridad, la tendencia del 35% de incremento de usos en el hurto de bicicletas, los homicidios que se incrementaron en 6%, la percepción de inseguridad en transporte público superior al 70%.
También tenemos un saldo social que no podemos dejar de pasar y aparte de las consecuencias económicas, el tema de Salud Mental se ha visto estos días más exacerbado. Según el último estudio realizado por la Secretaría Distrital de Salud, el trastorno de ansiedad es el problema de salud mental que más afecta a los ciudadanos, tanto en hombres como en mujeres. Le sigue el trastorno depresivo, que lo padecen, principalmente, las mujeres entre los 18 y 69 años y en tercer lugar, el abuso de alcohol, que se presenta en mayor proporción en hombres entre los 18 y 28 años, en estratos socioeconómicos 3 y 4. Así como lo propuse es importante una articulación de entidades para dar a la ciudad un “Botiquín de Primeros Auxilios en la Salud Mental” estos nos ayudará para la prevención, promoción y atención oportuna de las personas que se han deteriorado por efecto de lo que ha venido pasando en el mundo.
Dentro de las propuestas que se han hecho durante toda la vigencia 2020 es la imperiosa necesidad del retorno a clases de los niños y jóvenes, de manera permanente, teniendo en cuenta que de acuerdo a estudios realizados por la La UNICEF y la OMS, la educación presencial no es el principal promotor del incremento de contagios por COVID-19. Además del evidente aumento de la brecha tecnológica que deja a cientos de estudiantes de zonas rurales y vulnerables de la ciudad adicional sin acceso a una educación de calidad como debería garantizarles el Distrito.
La reactivación que tanto ha pedido Bogotá, no ha encontrado estrategias efectivas que mejoren en algo el panorama de la crisis, requieren efectivamente esa articulación que propicie finalmente la Administración Distrital y que perdure en acuerdos con públicos y privados por el bienestar de los ciudadanos. #JuntosSalimosAdelante