El encuentro de la Corte Constitucional en Girardot tuvo como tema central la protección del agua, reiteraron que es un deber del país proteger los ríos y que reconocerlos como sujetos de derechos es solo un paso, se debe priorizar el trabajo articulado entre entidades territoriales, nacionales y actores sociales.
Con relación al Río Bogotá un gran paso fue la sentencia del 2014 que puso en la agenda pública y social la urgencia de recuperar el río. Sin embargo, en los últimos meses se han presentado contratiempos con la contragarantía que necesita la PTAR Canoas, infraestructura que tratará el 70% de aguas residuales. Es cuestionable que el gobierno del cambio ha querido ser reconocido por sus defensas ambientales, pero con la PTAR Canoas no han tenido el mínimo interés
Adicionalmente, la desarticulación que tiene la EAAB con el Tribunal de Cundinamarca quedó demostrada en junio de 2023 cuando se conoció un Auto en el que se solicita al Ministerio de Hacienda emitir la contragarantía una vez la EAAB reajuste los diseños ¿Perder más tiempo?
Ha faltado celeridad a la entidad distrital para evitar estos retrasos que se generan entre los autos y recursos de reposición sin obtener ningún resultado que permita avanzar en la obra que ya cuenta con el aval técnico del Banco Mundial.
Vale la pena aclarar que el auto de junio de 2023 no es excusa para que el Ministerio no haya dado la autorización porque fue desde marzo de este mismo año que la obra ha estado a la espera de la garantía del 130% del total del crédito, es decir 780 millones dólares.
Los retrasos solo confirman la rigurosidad y compromiso que deben tener las entidades distritales para sacar adelante proyectos de ciudad, PTAR Canoas ya cuenta con el cupo de endeudamiento de $2.85 billones aprobado por el Concejo de Bogotá, no hay que perder más tiempo. Esta no es la única obra en vilo ojalá la Administración de Claudia López por lo menos cumpla con entregar la Estación Elevadora Canoas programada para noviembre de este año.
Proteger los ríos implica analizar sus variables de contaminación, por ejemplo, en Bogotá el sistema de alcantarillado, conexiones erradas en humedales, residuos en los canales inciden en la calidad hídrica del río. De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Ambiente y de la EAAB anualmente se retiran 160 mil toneladas de basuras y escombros de estas áreas, sin este proceso llegarían al río Bogotá aproximadamente 412 carros de basuras.
La voluntad política, articulación, planeación, seguimiento y ejecución rigurosa de las obras van a permitir que disfrutemos del Río Bogotá. Desde París anunciaron que para celebrar los Juegos olímpicos de 2024 se podrá nadar nuevamente en el río Sena y se invirtieron 1.400 millones de euros desde el 2016 para lograr su limpieza y recuperación. Bogotá espera poder disfrutar el Río Bogotá contaminado por aguas residuales, basuras y vertimientos industriales.