Una niña que encañonada dentro de su casa por delincuentes en el barrio El Colón, una familia que además de ser atracada por fleteros luego de salir del Centro Comercial Unicentro tuvo que ver al padre herido por un impacto de bala y a la madre herida, , un soldado asesinado al intentar evitar un atraco, son apenas algunos ejemplos de los miles de hechos que demuestran la crisis de inseguridad que vive la ciudad.
Según las últimas cifras publicadas por la Secretaría Distrital de Seguridad, en este 2021 han ocurrido 82 homicidios más en comparación con el 2020, con un alarmante incremento en localidades como: Candelaria (200%), Teusaquillo (125%), Barrios Unidos (66,7%) y Tunjuelito (61,5%). En el tema de convivencia no hay nada alentador por ejemplo las lesiones personales aumentaron sustancialmente, se presentaron 4436 más que en el 2020, es decir, hubo un incremento del 37.6 % y el hurto a celulares aumentó un 19.4% siendo las localidades de Antonio Nariño (35,4%), Bosa (40,6%), Chapinero (40%) y Los Mártires (35,6%) las que presentan una situación grave.
En el caso de los delitos cometidos en motocicleta la situación es escandalosa, al comparar 2019 y 2021 se observa que los homicidios aumentaron un 31%, el hurto a entidades financieras un 600% y el hurto a personas un 44%. Asimismo, el fleteo o hurto a usuarios del sistema financiero es un delito que está acompañando la reactivación económica y con esto amenaza la recuperación de la economía de la ciudad, en las localidades de Kennedy (16,6%) y Engativá (14,8%) se presentan las cifras más altas. También preocupa que entre 2019 y 2021 el 76,3% de los delitos fue con arma de fuego.
Estas cifras no son aisladas de la realidad de los bogotanos, los delitos de alto impacto están atemorizando a la ciudadanía y se deben contemplar medidas urgentes como la prohibición del parrillero en motos de alto cilindraje, control efectivo del porte ilegal de armas, coordinación eficiente del sistema de cámaras del Distrito con el sistema de vigilancia del sector privado, abordaje social y económico de la crisis de inseguridad que se traduzca en más oportunidades, entre otros.
Desde el Concejo de la ciudad se ha realizado el debido control político pero es el momento de trascender y buscar alternativas, como la creación de la Subcomisión de Vigilancia y Control de la Situación de Inseguridad en Bogotá que se instaló esta semana, que entre otras cosas, se acercará más con las comunidades, realizará trabajo de campo con las diferentes entidades encargadas de la seguridad y se acercará con el Gobierno Nacional y la Policía Nacional, también trabajará de forma coordinada e incidente para que la Administración comience a actuar de forma diligente. Es tiempo de quitarle el poder al crimen que hoy parece tener el control de la ciudad.
Concejal de Bogotá