En Bogotá para el año 2019, de acuerdo con cifras de la Secretaría Distrital de Salud, el maltrato infantil además de afectar el crecimiento y desarrollo de la niñez, también tuvo un impacto mayor sobre las niñas. Del total de casos de maltrato registrado por esta entidad (21.223), el 61,3% correspondieron a violencia ejercida hacia niñas.
Durante el periodo de confinamiento en los meses de marzo y abril de 2020, de acuerdo con datos de Medicina Legal, en el país se registraron 1.489 casos de violencia sexual, del cual el 84% recayeron en mujeres, niñas y adolescentes, en donde Bogotá y Antioquia concentran el mayor número de casos.
Pero además de sufrir más violencias y abusos, las niñas también son víctimas de los estereotipos de género, los cuales se ven reforzados con creencias como, por ejemplo, “Las niñas son débiles, y los niños son fuertes,” “las niñas no son buenas en matemáticas y “los niños pueden ser líderes, pero las niñas deben soñar solamente con ser madres”, entre muchas otras.
A tal punto se interiorizaron estas “creencias”, que es común escuchar en un lenguaje coloquial utilizar la frase “ser niña” como una ofensa para demostrar debilidad o emoción como algo negativo. Por estas razones, es necesario que, en el Día Internacional de la Niña, reflexionemos sobre su empoderamiento, del cual todos y todas podemos hacer parte.
Así mismo, la familia y comunidad educativa son entornos de vital importancia para incentivar las capacidades de las niñas, darles a conocer el ejercicio de sus derechos y eliminar las desigualdades que se interponen en su pleno desarrollo.
Finalmente, estas son las 7 propuestas realizadas por la UNICEF (2019) para contrarrestar la desigualdad de género entre niños y niñas para así también enfrentar los estereotipos de género: “1. Compartiendo las responsabilidades de cuidado y las tareas domésticas, 2. discriminatorios, que no segreguen ni categoricen espacios, temas, actividades y roles para los niños y niñas, 3 Preocupándose por el lenguaje que usamos, 4. Fomentando la toma de decisiones libres de estereotipos de género, 5. Oponiéndose a cualquier burla de género, comentario peyorativo o que refuerce roles estereotipados de género, 6. Incentivando a las niñas en el aprendizaje de habilidades relacionadas con la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y la Matemática, 7. Brindando oportunidades para que las niñas realicen actividades físicas”.
Pasamos demasiado tiempo enseñando a las niñas a preocuparse por lo que piensen de ellas los chicos. Y, sin embargo, al revés no lo hacemos. No enseñamos a los niños a preocuparse por caer bien. Pasamos demasiado tiempo diciéndoles a las niñas que no pueden ser rabiosas ni agresivas ni duras, lo cual ya es malo de por sí, pero es que luego nos damos la vuelta y nos dedicamos a elogiar o a justificar a los hombres por las mismas razones.
Chimamanda Ngozi Adichie