Se trata del incremento reflejado para 646 locales, que en muchos casos superan el 400%, sin explicación alguna y desconociendo los esfuerzos de los microempresarios para generar empleo e ingresos para la ciudad, esas personas que contribuyen con el pago del impuesto predial y de Industria y Comercio. Un ejemplo de la crítica situación la explicó públicamente, Juan Torres Barrera, vocero de los comerciantes, asegurando que: “para 2015 un local en la zona valía alrededor de 303 millones de pesos, y ahora, por el cobro de impuestos, está avaluado en aproximadamente 2.600 millones”.
Tanto la Secretaria de Hacienda como Catastro Distrital deben premeditar el impacto que esto tiene para los comerciantes, para su reactivación y para la posibilidad que tienen de generar empleo e ingresos para la ciudad. Recordemos que gracias a esos recursos en Predial e ICA, la meta de recaudo tributario está en 87,87% a corte de octubre de 2021.
Además, si en el presupuesto 2022 la Secretaria de Hacienda proyecta que el Impuesto Predial incremente en un 9.5% y en el caso del ICA un 15,6%, comparado con lo presupuestado de 2021, solo es posible si se trabaja de la mano con los comerciantes formales, como es el caso del centro comercial El Gran San, por el número de agremiados y su importancia en el sector industrial y comercial de Bogotá.
Catastro, por su parte, argumenta que este incremento se basa en el ajuste de 2019 con efecto en 2020. Sin embargo, los años 2021 y 2022 son periodos determinantes para recuperar lo que se ha retrocedido por causa de la pandemia. La reducción de la tasa de desempleo y las mejoras en el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) son resultados que se han logrado gracias al esfuerzo de los comerciantes y que se reflejan en la disminución de la tasa de desempleo para el último trimestre de agosto-octubre que se ubicó en el 13,2% y que debe seguir mejorando frente a los preocupantes datos que presenta el DANE de que en la ciudad hay todavía 130 mil desempleados más que antes de la pandemia.
Vale la pena resaltar también que como resultado, en gran parte, de las actividades del comercio formal al por mayor y al por menor, el Producto Interno Bruto de Bogotá creció en 17,3% para el trimestre abril-junio de 2021, frente al mismo periodo de 2020. Es incoherente entonces, que los argumentos presentados por la Administración Distrital ante el Concejo para aprobar acuerdos distritales como el Plan Marshall y el Rescate Social, que contemplaban alivios tributarios y apoyo microempresarios, se hayan mantenido en el debate y ahora se traduzcan en el incremento de avalúos que afecta a miles de personas del sector productivo.
Las mesas de trabajo que lidera Catastro con estos comerciantes deben arrojar resultados positivos, los efectos que dejo el 2020 sobre este sector no se superan de la noche a la mañana, la reactivación económica que se ha venido consolidando en 2021, es un proceso que requiere continuidad y no se va a lograr con incrementos excesivos que acaban en últimas con la productividad y el emprendimiento.