El caos en Cafesalud no da espera
En marzo del 2016 a la Personería de Bogotá llegaron 380 afiliados a la EPS Cafesalud a quejarse porque durante un mes insistieron en solicitar citas con especialistas, procedimientos, entrega de medicamentos, exámenes y hasta prótesis y no obtuvieron respuesta. Hoy, siete meses después, las quejas contra esta EPS superan las 4.449, un promedio de 15 diarias.
El organismo investigador profundizó en los reclamos de los usuarios y encontró fallas por falta de equipos y personal especializados, total, la salud de esos afiliados estaba en el limbo y en riesgo de empeorar, solo en Bogotá.
En julio de este año, la Superintendencia Nacional de Salud entregó un panorama aún más desolador: pacientes afiliados a esta EPS requerían atención inmediata porque estaba en riesgo su vida: 417 con diagnóstico de cáncer, 30 con enfermedades huérfanas, 95 con problemas renales crónicos o trasplantados, 38 con diagnóstico de VIH y 153 con diabetes, concentrados en Bogotá, Antioquia, Santander, Valle y Cundinamarca.
La Supersalud denunciaba entonces problemas serios con la entrega de medicamentos en Santander, la Costa Atlántica y Boyacá y exigía acciones para garantizar cobertura, oportunidad y calidad para normalizar la red de atención en Cali, Barranquilla y el Eje Cafetero.
Estos dos reportes, de una entidad local y una nacional, reflejan el drama que enfrentan los usuarios de esta EPS que en diciembre del 2015 recibió 4,6 millones de usuarios que venían de la liquidada Saludcoop. Con 1,3 millones de afiliados que tenía para entonces llegó a 5,9 millones de personas a las que debía prestarles el servicio de salud.
Hoy, un año después, la realidad muestra que estar afiliados a esta EPS se convirtió en una pesadilla para miles de usuarios que no ven luz al final del túnel. En septiembre pasado la Empresa Prestadora de Salud fue autorizada por la Superintendencia nacional de Salud a retirarse de San Andrés, Amazonas, Vichada y Córdoba y de 558 municipios más del país, por deficiencias en su infraestructura.
El desespero y la impotencia de miles de usuarios tocaron fondo. A septiembre de este año en el listado de procesos contra esta EPS figuraban 25.000 tutelas, 7.000 desacatos y 3.800 órdenes de captura por incumplimiento de los fallos. Además, hay 700 procesos judiciales, entre civiles, penales, laborales y administrativos.
La EPS perdió la confianza de los usuarios porque la atención no llega y de la red de hospitales porque no les paga los servicios que les presta a sus afiliados. A junio de este año, solo la deuda con los hospitales de Bogotá estaba en 12.175 millones de pesos. En todo el país muchas clínicas y hospitales empezaron a suspender los servicios a los afiliados de Cafesalud.
En el fondo hay un problema de desgreño administrativo denunciado por la misma junta directiva de la EPS al Ministerio de Salud, al que le informaron la existencia de contratos con sobrecostos operacionales por más de 50.000 millones de pesos y el colapso del sistema de información por una falla en la contratación de un proveedor.
Tuvo que llegar un ultimátum del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en respuesta a una acción popular, para que se definiera y pusiera en marcha un plan de acción para garantizar la atención de los afiliados y poner orden al caos y la desorganización que presenta esta entidad.
Y ahora, en la más reciente acción judicial, el Consejo de Estado, le llamó la atención a la Superintendencia de Salud por su presunta omisión el estudiar las quejas presentadas contra la EPS Cafesalud.
Este pronunciamiento se hizo "al fallas una tutela a favor de un bebé recién nacido a quien se le debe practicar un procedimiento quirúsgico, pero Cafesalud no le ha proporcionado el tratamiento y atención necesarias, como tampoco ha llevado a cabo las actuaciones administrativas para que se preste efectivamente el servicio de forma integral".
El gobierno tiene la intención de vender Cafesalud, y aunque se ha anunciado que la atención de los suarios está garantizada mientras se adelanta este proceso, la realidad muestra que hasta ahora no ha sido así.
El ministro Alejandro Gaviria reconoció que siguen estudiando el precio de venta de esa EPS y mientras no haya claridad la interinidad afecta gravemente la salud de los afiliados. Y también a la red de hospitales y a los proveedores que dependen de esa venta para que les paguen las deudas que ha acumulado Cafesalud