La cuarentena del comercio, la más extensa
Los mayores efectos que ha traído la pandemia del Covid-19 en Bogotá han recaído en el sector productivo. El comercio, los restaurantes, los bares, la confección y otros más que desde que se decretó la cuarentena nacional el 25 de marzo pasado, se vieron avocados a cerrar definitivamente sus negocios sin estar preparados para lo que vendría. Hoy, luego de conocer las medidas que trae consigo el denominado, “Plan Marshall”, los comerciantes aciertan en responder que la realidad es que el “Plan Marcha Mal”. Una de las recientes encuestas de Fenalco revela que un 60% de comercios de la capital ha implementado nuevos canales de comercialización como ventas por redes sociales, páginas web o domicilios, no obstante, el 84% de los encuestados dijo que las ventas por estos medios están por debajo del 25 % por lo cual, la reapertura es primordial a estas alturas.
Los comerciantes ubicados a lo largo de la Avenida Primero de Mayo con Carrera 30, en la localidad de Antonio Nariño le manifestaron al Distrito su inconformismo con la extensión de la cuarentena estricta, la tercera que afrontan en la temporada reciente y señalan que ya no pueden más. Por su parte los confeccionistas del sector de la Alquería, donde se albergan más de 600 locales comerciales, continúan hoy con sus reclamos en medio de la cuarentena, aseguran que en la medida que no han podido acceder a apoyos reales han pedido poder trabajar el fin de semana que son los días que reportan sus mayores ventas, las cuales de por sí, ya han bajado un 50%, mientras que los arriendos siguen corriendo y algunos están al borde de quedarse sin su local.
En el Restrepo y en el Centro de la ciudad, los productores del calzado y la marroquinería, bares, confección y minoristas, aseguran que se ha privilegiado en su zona especialmente al comercio informal que no paga salarios, que no tributa, y que opera bajo la mirada de las autoridades. Por lo que bajo la consigna: “si no hay comercio, no hay impuestos”, y “Sin poder producir la Alcaldía también nos está matando”, hacen el llamado al Distrito para que les escuche. Y es que si ya la cuarentena de por sí, los ha dejado sumidos en la incertidumbre, mucho más, la preocupación que tienen ahora por saber qué se les viene tan pronto se levante a finales de este mes. ¿Cómo funcionarán?, ¿Qué tanto tardarán en recuperarse o alcanzar una “normalidad” en sus ingresos?, ¿Qué apoyos recibirán? ¿Quiénes aplican y quienes no? La estrategia ha sido tan confusa para todos, y el hecho de que no hubiera una negociación previa a tan solo unos días de terminar la cuarentena no es confiable, ni viable.
¿Plan de rotación, la mejor alternativa en la reactivación?
No. con esta sencilla palabra le respondieron los ciudadanos a la alcaldesa Claudia López al conocer la estrategia 4x3 que funcionaría de septiembre a diciembre de este año. Es decir, de lunes a jueves, abrirían todos los negocios relacionados con los sectores de manufactura y construcción; y de viernes a domingo aquellos sectores que son considerados no esenciales, como los restaurantes. Según informó la Alcaldía, este modelo responde a la necesidad epidemiológica de disminuir en alrededor de un 40% la movilidad de las personas en Bogotá, para evitar grandes concentraciones y focos de contagios. Sin embargo, los empresarios aseguran que existen otras formas como el manejo de horarios para el comercio que les permita funcionar todos los días.
La ciudad necesita acuerdos, y el comercio una reactivación con garantías
Este fin de semana, fue de protestas en la ciudad, en los principales sectores que concentran al comercio, y donde los ciudadanos solo piden ser escuchados; y es que fue solo hasta después de la multitudinaria manifestación del viernes anterior en la mañana, que la Secretaría de Gobierno accedió a reunirse con ellos, pero sin lograr mayores acuerdos frente a sus peticiones. Luego de conocer el “Plan de reactivación económica”, gremios como Fenalco y Asobares, también se pronunciaron brindando alternativas más amables con el comercio, mejores modalidades de funcionamiento, y algunos alivios que consideran urgentes para controlar la extrema situación que enfrentan, sobre todo los pequeños empresarios, no privilegiar a ciertas zonas, sino darle la oportunidad a todos los comerciantes por igual, como lo manifiesta Acodres al señalar también que solo una verdadera reapertura de restaurantes, (franquicias, cadenas, grupos, restaurantes, cafeterías, panaderías, pastelerías y heladerías), con servicio a la mesa dentro del establecimientos con cumplimiento de protocolos de bioseguridad, permitirá la verdadera reactivación, logrando el distanciamiento social con usuarios ubicados dentro y fuera del local. Todas, soluciones válidas que necesitan de negociación y diálogo pero sobre todo de la disposición del gobierno Distrital.
Lo cierto es que hoy, todavía continúan las protestas, las reuniones que han exigido los comerciantes con la Alcaldía y desde el Distrito se ha respondido que durante esta semana se definirían los turnos específicos para cada sector, y se estudiarán algunas posibles modificaciones para incluir otras actividades con autorización del Ministerio de Salud. De allí el llamado a la Administración Distrital para que escuche finalmente las peticiones del comercio, que permita que le socialicen su contexto y que se llegue a un acuerdo conjunto donde haya un esquema de gana-gana, que en general beneficie a la ciudad, las medidas sobre el tema tributario están lejos de responder a un plan de reactivación. El comercio formal se ha comprometido y ha contribuido en el marco de toda esta crisis para que la ciudad salga adelante, Bogotá necesita trabajar.
Concejal de Bogotá
