Hoy los bogotanos podemos ver que el Metro de Bogotá es un sueño que se va acercando, las obras iniciales ya están en marcha, y sin duda, es una gran noticia evidenciar que la Administración Distrital da continuidad al maravilloso legado de Enrique Peñalosa para la ciudad, pensando en Construir Sobre lo Construido, en especial en estos proyectos que son para beneficio de todos.
Hace más de un año celebramos la adjudicación de construcción y operación para la Primera Línea del Metro de Bogotá – PLMB, entre la Empresa Metro y el Consorcio Metro Línea 1 S.A.S. bajo la administración anterior, que estructuró y dio viabilidad a todo el proyecto desde Bosa hasta la calle 74. El pasado mes de octubre, fuimos testigos de la firma del acta de inicio de obras del proyecto infraestructura más importante para la ciudad y para el país y hoy escuchamos a la alcaldesa hablar sobre la Fase 2 de la Primera Línea del Metro que se plantea ir hasta Suba y Engativá. Sin embargo, la buena noticia se ve empañada por las múltiples inquietudes sin responder que deja la administración.
En el afán de la alcaldesa por mostrar un "plan de movilidad limpia" como propio, se desconocen los adelantos materializados, los logros y el legado de Enrique Peñalosa, la Gobernación de Cundinamarca con el exgobernador Jorge Rey y el gobernador actual Nicolás García y el apoyo constante del Gobierno Nacional. Hay que avanzar, pero sobre la realidad, los recursos que si tenemos y los cronogramas que se han planteado.
¿Segunda fase desfinanciada?
Recordemos que desde la discusión del Plan Distrital de Desarrollo con varios concejales señalamos que era un plan desfinanciado y que la administración iba a requerir endeudar a la ciudad para cumplirlo. Hoy vemos cómo han puesto a consideración del Concejo proyectos para cupo de endeudamiento, el más grande en la historia de la ciudad y ahora con el de presupuesto vigencias futuras. Y es donde se evidencia que la obra de la PLMB-Fase 2 no está contemplada en ninguno de ellos.
Su construcción, no se socializó en la discusión del cupo de endeudamiento y por lo tanto no tiene recursos para su ejecución. Los recursos solicitados en todos los proyectos han sido para estudios y diseños y para los trámites presupuestales para concurrir con la Nación en un convenio de cofinanciación. La propuesta durante la discusión del cupo fue solicitar con vigencias futuras, pero como lo señalo la misma alcaldesa, con esos recursos no alcanzará para la obra que requiere de parte del Distrito $5,5 billones.
Ahora bien, con el cupo de endeudamiento y la solicitud de vigencias futuras para 2022 y 2023 la ciudad está al límite de su endeudamiento, por lo que preocupa que esta importante obra este desfinanciada y no le quedará presupuesto a la siguiente administración para ejecutarla, porque el Distrito no podría solicitar vigencias más allá del 2023.
Sobre el cumplimiento del acuerdo de cofinanciación de la PLMB
Es necesario recordar otro aspecto que el gobierno distrital no ha dejado despejado y es la obligación con la Nación para la cofinanciación de la PLMB, que incluía como troncal alimentadora del Sistema Metro la troncal de TransMilenio de la Carrera 7ª que no solo ha descartado, sino que además cambio de nombre y el diseño conceptual que presentó el pasado 23 de noviembre solo toma en cuenta la implementación de un Sistema BRT y los carriles exclusivos para dicho sistema, pero desconoce las características de todo el proyecto.
Además, parece que desconoce que, dentro de las obligaciones especiales del convenio, el Distrito debe, con sus propios recursos, ejecutar las troncales complementarias de la carrera 7 y la Caracas. En específico dice que el Distrito debe cumplir con las recomendaciones del CONPES 3900 y en dicho CONPES, están incluidas la troncal de la 7 y la Caracas como parte de la contraprestación a cargo de administración.
Un trazado confuso y la TransMiFobia
De los demás anuncios realizados hoy por la alcaldesa, quedan dudas. En primer lugar sobre: la expansión hasta calle 100 de la Primera Línea, teniendo en cuenta que al principio de año se habló de la conectividad por la AutoNorte. Así también sobre cómo se va a beneficiar realmente a los habitantes de Engativá, pues al girar a Suba por Av. Cali, barrios como: El Cortijo, Colsubsidio, Villas de Granada y Gran Granada quedan sin cobertura y con el descarte de la ALO Norte de parte de la Administración y la "TransMiFobia" que reina, no se conoce si existe un plan para la expansión del sistema desde el Portal Calle 80 hasta el límite de la ciudad, para lograr conectar a estos usuarios.
La administración busca dentro del plan de movilidad invisibilizar la troncal de la Calle 13 y la ALO en su tramo sur y centro, que hasta donde se conoce, la alcaldesa no ha descartado. Esto reitera el afán por atribuir como suyos los proyectos y desacreditar todos los avances y legados del gobierno anterior de Enrique Peñalosa. La incertidumbre no puede ser una constante en temas de ciudad; los temas de movilidad en este primer año de gobierno, se han convertido en eje de polémica por las muestras de improvisación, los continuos cambios a lo planificado y contratado (incluso en nombres), y los proyectos nuevos que parecen planearse sobre ideas que no cuentan con soporte o recurso alguno.
Basta con recordar que la alcaldesa para la troncal de la calle 13 propone reducir todo el diseño bajo la excusa de ser complementario con el Regiotram que se ha comprobado no mueve más del 20% de demanda del corredor Occidente y por ello requiere como complemento troncal TransMilenio que está diseñada, incluye cicloruta y corredores que privilegian carga.
Me hace feliz construir sobre lo construido, sobre todo porque los bogotanos necesitamos la Primera Línea del Metro y su Fase 2, es una obra inaplazable que brinda soluciones reales a la movilidad y en tiempos de crisis, a la reactivación económica que tanto requiere la ciudad y el país. Avancemos con el legado.
Concejal de Bogotá