Una muy buena noticia recibió el Concejo de Bogotá por parte de la doctora Carolina Urrutia Vásquez, Secretaria Distrital de Ambiente, en el marco del debate sobre crisis climática efectuado el 24 de abril de 2020, donde afirmó que “gran parte de los recursos que estaban separados para el Sendero de Las Mariposas se van a dedicar para la atención de la emergencia, particularmente aquellos que estaban en el FONDIGER (Fondo Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático)”.
A esto se suma lo manifestado por el Secretario de Hacienda que expresó que “una de las fuentes de recursos para la atención del Covid-19 en Bogotá, son recursos que estaban destinados a dicho proyecto”. Esto quiere decir que el nefasto proyecto, propuesto por la administración anterior no se hará. Este sendero buscaba la realización de un camino turístico, con una extensión de 102 kilómetros, que atravesaba desde Usaquén hasta Usme, por los Cerros Orientales. Esta obra implica una infraestructura en cemento y carreteable, de 3 a 5 metros de ancho, que destruiría ecosistemas, principalmente de bosque andino y altoandino.
Actualmente el proyecto se encuentra desfinanciado. Por lo tanto, se propone su reforma por una iniciativa que cree una red de senderos acorde con la Sentencia de los Cerros Orientales y el marco legal. En este sentido, el distrito está a la espera de que la ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) se pronuncie respecto a la licencia ambiental con el objeto de contar con lineamientos que sean aplicables a la nueva propuesta de una red.
El Concejal Celio Nieves Herrera, del Polo Democrático Alternativo, aplaude esta decisión, que fue una de sus permanentes solicitudes al gobierno distrital anterior. El cabildante recomienda que se atiendan los proyectos formulados en el Plan de Manejo del área de ocupación pública prioritaria de la Franja de Adecuación de los Cerros Orientales. Así mismo, recuerda que las intervenciones sobre los elementos que conforman la Estructura Ecológica Principal deben enfocarse en la conservación de sus valores ambientales, en su restauración, rehabilitación y recuperación, y no en su fragmentación, respetando su régimen de usos.