La inseguridad está desatada, este es un asunto que nos afecta a todos. En 2023, en Colombia han aumentado los delitos de alto impacto en el país: secuestros 85,8%, trata de personas 70,9%, extorsión 25,9%, delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente 23%, hurto a personas 22,2%, hurto a residencias 10,5%, hurto a motocicletas 6,3% y hurto a vehículos[1] 4,1%. Estas cifras tienen repercusión directa en Bogotá, en dónde han subido: secuestro 66,7%, hurto a entidades financieras 40%, hurto a personas 22%, hurto a residencias 17%, hurto a automotores 12,7%, homicidios 7% y hurto a motocicletas 2,3%.
Además, según cifras de INDEPAZ desde que Gustavo Petro asumió el gobierno han asesinado a 167 líderes sociales en 27 departamentos, 36 firmantes del acuerdo de paz concentrados en 14 departamentos. Por su parte la Fiscalía General de la Nación ha encontrado que las disidencias de las FARC están operando en Nariño, Cauca, Caquetá y otros departamentos a través de peajes ilegales, distribución de panfletos con publicidad alusiva a la estructura criminal y narcotráfico. A su vez, el ELN ha cometido masacres, hurtos a bancos por más de 4.200 millones de pesos, plan pistola en distintos departamentos, entre otras cosas.
Bogotá ha vivido de cerca los efectos colaterales de esta situación, en los últimos meses han asesinado a líderes sociales; las disidencias de las FARC han puesto carteles en las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Usme. También se comprobó que estos delincuentes estuvieron detrás del estallido social promoviendo la destrucción de Transmilenio y bienes públicos de la ciudad y que fueron materializados por los delincuentes de la primera línea -quienes recibieron financiación de uno de los candidatos a la alcaldía y promotor de la violencia durante el estallido social-. Se confirmó la llegada de alias William -explosivista y francotirador del ELN- y un par de días después se incautaron 295 granadas en el barrio Venecia.
Por otro lado, la capital ha tenido que lidiar con las malas decisiones del gobierno nacional y desaciertos del colapsado sistema judicial, por ejemplo, el nombramiento de alias Violeta – responsable de los atentados en el Centro Comercial Andino- como gestora de paz o el programa “jóvenes en paz” -que nos constará más de 1 billón de pesos anuales y que les paga a los beneficiarios para que no delincan-, y la puesta en libertad de Karen Villa líder de la Primera Línea de Engativá, entre otros.
Queda claro que la política de seguridad y “Paz Total” han sido un fracaso absoluto. Hoy vemos con preocupación que las grandes estructuras criminales se han articulado en torno a la gobernanza del crimen: que opera a través de sus tentáculos en las dinámicas delictivas en Colombia y Bogotá y ha dejado 43 asesinatos -torturados, baleados, embolsados, etc.- resultado de los enfrentamientos por el control de economías ilegales en diferentes puntos de la capital.
En este contexto debemos tener en cuenta que durante tres años y medio la administración de Claudia López fracasó en el manejo de la seguridad; se encargó de minar la relación con la fuerza pública y la ciudadanía, perdió la presencia en distintas partes de la ciudad que ahora están ocupadas por la gobernanza del crimen. Como consecuencia de esto, según cifras del reciente informe de Bogotá Como Vamos, el 77,1% de los bogotanos se sienten inseguros y según INVAMER el 79,4% cree que la seguridad es un tema que debe resolver la próxima alcaldía.
La futura administración tiene el reto de priorizar la seguridad en la agenda de la ciudad para poder avanzar en temas como movilidad, reactivación económica y disfrute del espacio público. Bogotá necesita un alcalde que sea capaz de gerenciar y tomar decisiones contundentes contra la delincuencia, no podemos permitir que los populistas y mentirosos lleguen al poder para premiar a los delincuentes y sobre todo tiene que impedir que el hoy presidente y ex alcalde Gustavo Petro le siga haciendo daño a la ciudad. ¡Merecemos mucho más!
[1] Según el informe mensual de delitos presentado por el Ministerio de Defensa, es la sumatoria de hurto de vehículos y motocicletas
