En diferentes oportunidades he manifestado mi apoyo a la Visión Cero, en la que lo fundamental es que “Todas las muertes son evitables en la vía, ninguna muerte en el tránsito es aceptable”; estrategia adoptada en 2016 bajo la Administración del exalcalde Enrique Peñalosa y que sin duda ayudó a tomar conciencia en la vía y salvar muchas vidas.
Se trata de un plan para disminuir drásticamente las muertes en las vías mediante acciones gubernamentales de prevención que involucren mejor diseño urbano, control policial y pedagogía.
Preocupa que según las cifras del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, del 100% de actores viales fallecidos en Bogotá los ciclistas representaron el 16% de las víctimas, y en general, todos los actores viales afectados en siniestros han ido aumentado. Bajo la administración de la alcaldesa Claudia López la siniestralidad de los ciclistas en la ciudad y vías aledañas ha aumentado. En 2021 fueron 81 ciclistas las víctimas fatales, con un aumento del 20,9% con respecto a 2020, en el que fueron 67 víctimas.
Bogotá siendo reconocida como la “Capital Mundial de la Bici” debe generar todas las estrategias necesarias para salvaguardar la vida de los ciclistas, en especial en las vías que conectan la capital con municipios vecinos y el resto del país, como la Calle 80, la Autopista Norte, la Autopista Sur, la Calle 13, Suba-Cota, La Calera, entre otras, dónde la afluencia de ciclistas entre semana y fines de semana es permanente.
Estrategias coherentes y que piensen de manera integral la movilidad. No como ha ocurrido en La Calera donde el Distrito ha dispuesto los denominados conos como parte de solución, sin percatarse que al ubicarlos en el centro de la vía NO permiten que los automotores (camiones y vehículos) puedan maniobrar para evitar atropellar a los ciclistas, y cuando los disponen a los lados, no permiten que los ciclistas puedan reaccionar en una eventualidad.
Desde hace meses, he reiterado mi llamado sobre el tema a la Secretaría Distrital de Movilidad para que comprenda que esta medida improvisada le hace daño a los ciclistas pues los expone frente a los vehículos, pero no han dado respuesta y esta negligencia solo genera más riesgos de accidentes, como el ocurrido hoy con Egan Bernal y los 740 ciclistas más que han resultado lesionados en la ciudad.
Toda vida importa, podemos contribuir a prevenir la accidentalidad, entonces, ¿esperará la Administración Distrital a que continúen afectándose los ciclistas en las vías? ¿Qué nos falta para realmente actuar e implementar?
Lucía Bastidas Ubaté
Concejal de Bogotá