Las cifras reflejan una realidad escabrosa sobre la máxima expresión de violencia contra las mujeres: el Feminicidio. En lo que va del año en Colombia se tiene cuenta de 140 y en Bogotá ya registramos 72. Cifra que podría aumentar, ya que se han presentado 659 alertas de feminicidio que ha remitido la Procuraduría a las personerías municipales, registrándose mayores reportes en Bogotá, con 202 alertas; 76 en Ibagué, 39 en Arauca y 30 en Pereira.
Los feminicidios en Colombia. 39.9% fueron perpetrados por las parejas de las víctimas y el 21,6% por sus exparejas, en un círculo vicioso que no se detiene y que urge la atención y el trabajo articulado de todas las entidades e instituciones que se puedan involucra para la protección de las mujeres.
Según el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de Bogotá (OMEG), en la capital 1,1 de cada 100.000 mujeres fueron asesinadas. Y las localidades de Usmena y Ciudad Bolívar son en donde más casos se registraron, con más de ocho casos de homicidios de mujeres, seguidas por Kennedy, Rafael Uribe Uribe y Los Martires.
Como si fuera poco, de acuerdo con el observatorio, existen 840 casos en riesgo de feminicidio, 252 de esos, considerados como en riesgo extremo. La Secretaría Distrital de la Mujer, por su parte indica que ha valorado este año a más de 184mujeres en peligro de ser víctimas de feminicidio, la mayoría de ellas en riesgo extremo o grave, otras en riesgo moderado y una más en riesgo variable. En resumen, todas en peligro de perder su vida en algún momento.
Se identificó además en este balance que el grado de riesgo de las víctimas, es proporcional a su grado de escolaridad, entre menor grado de educación, mayor vulnerabilidad; lo que representa un llamado de atención al gobierno Distrital para priorizar, atender y dar cobertura y acompañamiento a las necesidades de mujeres vulnerables en puntos que ya están identificados.
La violencia contra las mujeres se ha recrudecido con la pandemia, con el desmejoramiento de las condiciones sociales, con la falta de acción de las autoridades o con la impunidad que reina en los juzgados. Casos en los que en ocasiones el proceso demora tanto que la víctima que denuncia, termina perdiendo la vida, o cuando por dilaciones, aplazamiento de audiencias y otros trámites, resultan en que el agresor termine libre por vencimiento de términos y en últimas porque en su gran mayoría los procesos no avanzan, no dan resultados justos, no hay condenas; y, las mujeres que son violentadas pierden la confianza en la justicia y no denuncian.
¿Qué estamos esperando para actuar? Nos queremos vivas, libres y sin miedo. Lamentablemente para Yuliana, Leidy, Edy Mariel y muchas más que fueron asesinadas por ser mujeres, fue tarde; vamos a salvar a tantas otra que hoy claman por atención institucional y protección de sus posibles victimarios. #NiUnaMás violentada, #NiUnaMenos en la ciudad por la violencia.
Lucía Bastidas Ubaté
Concejal de Bogotá