Bogotá tiene más de cinco mil parques. 1.268 fueron renovados, expandidos y mejorados de 2016 a 2019 con una inversión de más de $1,6 billones. Ubicados a lo largo de las 20 localidades, para el disfrute de la gente; pero por motivo del aislamiento una vez más son cerrados en detrimento de los intereses y necesidades de los ciudadanos. La ciudad necesita parques, ciclovías, las zonas habilitadas para montar bicicleta, correr, los escenarios deportivos que tenemos para que la gente pueda estar sin peligro, con las medidas de seguridad personales, Es una gran equivocación mantenerlos cerrados definitivamente.
Los niños, adultos mayores, jóvenes y mujeres especialmente han sido los más afectados por el encierro, en sus rutinas, sus hábitos y hasta en su salud física y mental. Llevamos 10 meses bajo fuertes restricciones de todo tipo. Los parques nunca han estado abiertos en su totalidad y tampoco han contado con los protocolos que exige la pandemia, es algo que poco le ha preocupado a la Alcaldía mayor o al IDRD que se mantienen de oídos sordos con las comunidades. No más arbitrariedad con los bogotanos.
Es claro que son estar en ellos constituye un menor riesgo, por espacio, por el aire libre, porque brindan escenarios para que las personas se distraigan y entretengan en tan difícil situación y mantengan de paso un estado físico saludable, aunque sea por la posibilidad de caminar o ver un paisaje distinto.
Si se quiere evitar aglomeraciones y focos de contagios, el cierre entonces es la estrategia equivocada. No se les puede pedir a las personas que hoy utilicen andenes, pequeñas zonas verdes y vías, cuando estas permanecen copados por las ventas informales que si ha permitido la Administración sin control alguno. No constituyen espacios seguros para quienes, aunque tomen las medidas de cuidado para salir, temen por el riesgo que corren con la insalubridad e inseguridad que prolifera en las calles.
Los parques están hechos para la gente. La Alcaldía a través del IDRD debe propender por generar protocolos que permitan su uso, ya sea con horarios establecidos, reiterando las medidas de bioseguridad que los ciudadanos deben cumplir, con un aforo máximo como se ha solicitado también en comercio y transporte, dando prioridad a las localidades que reportan menos casos de Covid-19; con protocolos de bioseguridad similares a los solicitados a centros comerciales y Transmilenio, el uso de tapabocas, el distanciamiento social y habilitando en su interior espacios importantes que puedan ser visitados por los bogotanos.
#EntreTodosNosCuidamos y debemos contribuir evitar el riesgo de contagio, el sedentarismo y los problemas de salud mental que se pueden presentar durante este nuevo período de cuarentenas. ¡Alcaldesa reflexione!
Lucía Bastidas Ubaté
Concejal de Bogotá