Una continua polémica se ha situado sobre la obra, recuperación y puesta en marcha del Hospital San Juan de Dios, pero sin duda alguna es un proyecto que necesitan los bogotanos y que entrará a impactar de manera positiva no solo la salud, sino la generación de empleo y el rescate de la memoria histórica de la ciudad.
Para ello, recordemos que en la administración de Enrique Peñalosa, en el Concejo de Bogotá aprobamos vigencias futuras por más $1.7 billones para financiar la construcción y/o reposición de obras hospitalarias de alta complejidad como el Hospital de Bosa, la UMHES Santa Clara y parte de esta renovación hospitalaria necesarias para la ciudad están los CAPS del Conjunto Hospitalario San Juan de Dios y el Hospital de Usme.
El contrato para la UMHE Santa Clara (San Juan de Dios), fue adjudicado el 14 de febrero de 2020, por valor de $506.652.388.467, proyectado para beneficiar a más de 360 mil personas en seis localidades, una mega obra compuesta de 84 mil metros cuadrados que comprenden el hospital Santa Clara y un Centro de Atención Prioritaria en Salud (CAPS), donde habrá 46 consultorios y atención en 27 especialidades. Con siete salas de cirugía y el aporte para la ciudad de 312 camas nuevas (136 para medicina interna y 119 para cirugía, además de 35 para cuidados intensivos de adultos y 22 para cuidados intermedios para adultos); también garantiza 50 camillas de urgencia.
Es importante acabar con las informaciones falsas y reiterar lo que técnicamente ha dicho la ERDU y se ha consignado en el PEMP donde se habla del estado de deterioro agravado en la torre central, pabellones y edificio de salud mental, agravado por la imposibilidad de mantenimiento por más de 16 años. Así como el concepto técnico de La Universidad de los Andes que estableció que “La estructura del Bloque Central, conformada por pórticos de concreto reforzado no cuentan con la capacidad necesaria para resistir fuerzas gravitacionales y sísmicas establecidas por la NSR-10, y por lo que la estructura actual podría presentar colapso parcial o total y claramente pérdida total de la funcionalidad” adicionalmente manifestó que “La estructura del Bloque Central se clasifica como de pórticos de concreto reforzado con capacidad mínima de disipación de energía (DMI). De acuerdo con la NRS-10, este sistema estructural no está permitido para uso en el sector de Salud y en zonas de amenaza sísmica intermedia o alta”.
De igual forma, citar el informe del Centro de Investigaciones de Los Andes que indica que los muros divisorios o de fachada anexados a la estructura, no cuentan con elementos de amarre o conexión adecuados que aseguren su estabilidad en el caso de evento sísmico. Así que a pesar del ánimo que han mostrado algunos por conservar algunos de los edificios de la obra, son los estudios técnicos los que demuestran que no es posible y que por la seguridad de quienes serán los usuarios y comunidades beneficiadas, así como por el mejor aprovechamiento de los recursos asignados en la obra, no es posible, así que es hora de permitir que las obras avancen.
Las acciones judiciales intentan paralizar el desarrollo y modernización de la infraestructura hospitalaria, orientando sus esfuerzos a beneficiar o promover intereses personales y egos políticos. Estamos en un momento crítico de la ciudad y entre más rápido se inicien las obras, más pronto se verá el beneficio para la ciudadanía. Estas mismas acciones jurídicas están robando tiempo sin entender que sale más costoso adecuar una infraestructura para que cumpla con las normas para habilitación de la infraestructura para los servicios de salud, Resolución 3100 de Nov de 2019 “por la cual se definen los procedimientos y condiciones de inscripción de los prestadores de servicios de salud y de habilitación de los servicios de salud y se adopta el Manual de Inscripción de Prestadores y Habilitación de Servicios de Salud”.
Ahora bien, el pasado seis de agosto, la alcaldesa Claudia López anunció que: “El Hospital Santa Clara seguirá siendo el Hospital Santa Clara y a pocas calles, en el complejo hospitalario del San Juan De Dios haremos un nuevo hospital, el nuevo San Juan de Dios, no para trasladar el Santa Clara, sino para tener dos hospitales en esta misma zona… El Santa Clara que seguirá siendo un hospital público en particular con una especialidad en neumología muy importante”. Sin embargo, generan dudas las razones técnicas y jurídicas que llevaron a la Alcaldía Mayor a tomar la decisión de no trasladar el Hospital Santa Clara al nuevo “UMHES Santa Clara -Conjunto Hospitalario San Juan de Dios” y en qué medida afecta al proyecto inicial ya adjudicado desde febrero de 2020.
Los bogotanos nos estamos preguntando, qué razones se han tenido desde el gobierno Distrital para no darle celeridad a la renovación de un hospital, cuando en plena pandemia evidenciamos la necesidad de crecimiento de infraestructura de salud y que sin duda será tan importante tenerla en la pospandemia. ¿Qué va a pasar con este proyecto? ¿Cuándo se comenzarán a ver avances reales?
Seguimos a la espera de las buenas decisiones que beneficien a la ciudad y que se construya sobre lo construido; no estamos para comenzar de cero en un proyecto que por tanto tiempo han esperado los bogotanos y se convierte en la gran deuda de la ciudad con la salud.
Concejal de Bogotá