El diseño conceptual del “Corredor Verde” por la 7ª, presentado hoy por la alcaldesa Claudia López como una alternativa nueva para la ciudadanía, sigue siendo una idea que demora las soluciones en movilidad para los más de 693.000 habitantes del borde oriental de la ciudad y los cerca de 3 millones de personas que transitan por esta importante vía.
El diseño inicial, propone tratar la carrera 7ª en tres partes o 4 si se toma la 7ª peatonal. Entre las calles 26 a la 200. Respondiendo, según dijo la alcaldesa al clamor de la ciudadanía; clamor que entre otras cosas solicitaba menos espacio para el vehículo particular, más espacio para transporte público, para bicicletas y movilidad sostenible. Con este panorama, señalan que había tres alternativas: La primera, dejar la vía tal como está hoy, que conlleva incumplir con el acuerdo de cofinanciación con la Nación para la Primera Línea de Metro, pues la troncal de la carrera 7ª está como contraparte del Distrito para ello. La segunda, implementar el proyecto que adelantó la administración de Enrique Peñalosa, que NO es implantar la troncal con carril exclusivo, estaciones y buses, pues su desarrollo contempla 11 kms de ciclorrutas, renovación de 400 mil mts cuadrados de espacio público y 83.000 mts cuadrados de zonas verdes, mejor alumbrado público, arborización urbana y mejor calidad del aire. Desmintiendo las acusaciones que se realizan sobre que un proyecto mal planeado.
Y, como tercera alternativa, un tranvía, que bien lo señaló la administración, no cumple con la capacidad suficiente para mover la demanda que tendría este corredor pues un sistema como ese mueve solo 18.000 pasajeros hora sentido. Es un juguete, 3 veces más caro y que impone una rigidez en la cual de presentarse un inconveniente no podría sortearlo como si lo hace la Troncal.
La alternativa que propone ésta administración
Desarrollar una idea de “Corredor Verde” cuya única definición se basa en citar el artículo 105 del Plan Distrital de Desarrollo, donde se señala que “...en un corredor verde, como el que se hará en la Carrera Séptima, se privilegia el uso de energías limpias, el espacio público peatonal y formas de movilidad alternativa como la bicicleta...”, algo que no es para nada concreto. La idea entonces, es reorganizar el espacio de la carrera 7ª, en función de una movilidad sostenible que garantice por lo menos el 87% de los viajes sean con energías limpias, 24 kilómetros de bicicarril, 50% de espacio peatonal y 16 plazas alamedas nuevas, fue lo resaltado el día de hoy.
Lo que no se tuvo en cuenta
Aunque celebro que la alcaldesa reconozca las necesidades de la ciudadanía y busque que su idea de Corredor Verde tenga un carril exclusivo y democrático para el Transporte público masivo de los 693.000 habitantes del borde oriental de la ciudad y los cerca de 3 millones de personas que transitan por esta importante vía. Si parece inaudito, que la solución de movilidad quiera suplir la demanda con buses duales y no articulados o biarticulados y que para ello hayan reducido la capacidad del corredor de 24.000 pasajeros hora sentido a 2024 a 19.000 hoy y en 2025.
Así mismo, asalta la duda sobre los diseños de las estaciones para este sistema BRT (Bus de Tránsito Rápido) que ya no serán cerradas para garantizar mayor seguridad a los usuarios, sino que se proponen paraderos abiertos, volviendo a los diseños de la Avenida Caracas en los años 90’s, requerimos claridad sobre si estas estaciones realmente cumplen con los lineamientos de diseño para una óptima operación de bus y ¿cómo esperan combatir la evasión y los colados que tanto han desangrado al Sistema?.
Ahora bien, para diferenciar este “nuevo” sistema, como ha llamado la alcaldesa, de las troncales, las estaciones no quedarán en el centro de la vía, sino que podrán ir a los costados, aunque aún no se sabe. Esto demuestra que la idea del Corredor sigue con vacíos e improvisaciones.
Otra perla, es el desarrollo de un TransMiCable para el centro, del cual según la alcaldesa no se conoce un posible costo real y la población que beneficiaría, es decir, un cable sin soportes ni estudios técnicos que además da a entender que descarta de un plumazo el cable San Rafael como un atractivo y apropiación ambiental, que a su vez permite una solución para de movilidad de los habitantes de La Calera y que contaba con recursos para construirse.
El tiempo nos da la razón nuevamente, la idea de Corredor Verde no garantiza una solución contundente en la movilidad para la ciudadanía, es una idea que sigue en construcción y sus aspectos relevantes SI estaban incluidos en el proyecto de la Troncal, solo que el afán por figurar y desconocer los avances y el legado del exalcalde Enrique Peñalosa han llevado a la actual administración a cometer yerros. Continuaré luchando porque el proyecto que no fue improvisado, que se concertó con la ciudadanía y que brindaba soluciones reales sea tomado en cuenta por la administración para una solución real en la movilidad del borde oriental.
Concejal de Bogotá