A propósito del Consejo de Seguridad que lideró el presidente Gustavo Petro en la ciudad de Bogotá el 31 de agosto de 2022, existen varios puntos cuestionables que deben ser tenidos en cuenta para que haya soluciones reales en la ciudad.
Lo primero que se debe resaltar y que preocupa de sobremanera a todos los bogotanos es que el presidente de la República y la Alcaldesa Mayor hablaron de una supuesta “Bogotá más pacífica”. Esto es de atención porque no se sabe de qué ciudad hablan o en qué ciudad viven.
Lo que los ciudadanos vemos a diario en un panorama totalmente distinto, tan solo el 2021 cerró con la tasa de homicidios más alta en los últimos cuatro años con 1.142 por cada cien mil habitantes. Y en lo corrido del 2022 han habido 568 homicidios, se han encontrado 29 cuerpos sin vida con señales de tortura, de estos 20 se encontraban en bolsas de basura y se atribuyen al “multicrimen”.
Este término se emplea como un eufemismo para tapar que el crimen organizado transnacional llegó a la ciudad y no se ha hecho nada. Desde el 2021 la Defensoría del Pueblo viene alertando de la presencia de estas estructuras en la ciudad disputándose territorios y economías ilegales. Recientemente el defensor alertó la posible presencia del “Clan del Golfo”.
También se refirieron al cambio de enfoque de la seguridad y justicia pasando de un abordaje de orden público a uno que habla de protección eficaz de la ciudadanía. Esto abre la puerta a creer que con la reforma del ESMAD (con participación de la Primera Línea) asusta a los ciudadanos que han sido víctimas del vandalismo porque se sienten desprotegidos. Al parecer la agenda de seguridad nacional y distrital va a cambiar drásticamente.
Debido al caos de inseguridad y las fuertes denuncias que la ciudadanía ha venido manifestando a diario, le he propuesto Secretaria Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia y la Administración en general que aborden la seguridad cómo un “Ecosistema de Seguridad” en el que se tengan en cuenta la interacción entre sector privado, ciudadanos y sector público, que la inteligencia artificial sea una herramienta para producir instrumentos que permitan atacar al crimen. La seguridad se recupera con acciones no con discursos llenos de eufemismos.
Concejal de Bogotá