La lucha contra la discriminación racial es una cuestión de vida o muerte
¿Por qué conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial? Porque los 53 años que han pasado desde que en 1966 se definió el 21 de marzo para ese efecto no han sido suficientes para eliminar las barreras de la raza que nos dividen.
Esta fecha recuerda el mismo día de 1960 cuando la Policía disparó contra una manifestación pacífica en Sudáfrica en contra de las leyes del apartheid y murieron 69 personas.
Hoy, en el mundo en el que pululan las migraciones y millones de personas deambulan por el mundo buscando un refugio que los acoja tras huir de gobiernos dictatoriales y violadores de los derechos humanos todavía dominan en la sociedad el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas relacionadas de intolerancia.
El compromiso por construir un mundo de justicia, igualdad y dignidad, en el que la discriminación racial no tenga cabida se enfrena con nacionalismos ciegos, con revanchismos y con odios que impiden la convivencia en paz y el rescate de la esencia de una de las características que nos identifica como humanos: la solidaridad con los semejantes.
Tenemos un mundo con muchas guerras y confrontaciones por no eliminar la discriminación racial, por promover la xenofobia desde la ceguera del poder, que quiere construir muros para rechazar a los que considera indeseables.
Como señala Naciones Unidas, la intolerancia empobrece al mundo, en la medida en que divide a la humanidad y debilita la fuerza que genera nuestra diversidad.
Pero tenemos que entender que no solo desde el poder se promueve la discriminación. Todas y cada una de las personas en sus acciones cotidianas contribuyen a segregar y a excluir a los demás por tener una piel de un color diferente o una religión o convicción política distinta.
La suma de todos esos actos termina en odio étnico, en confrontación religiosa, en racismo. Por eso la lucha contra la discriminación es una prioridad para la humanidad, es una cuestión de vida o muerte.