La administración de Claudia López va de salida y en su desespero de mostrar resultados para la campaña a la presidencia de 2026, nos han vendido desde 2021 hasta la fecha ya sea en cabeza de la Secretaría Distrital de Planeación, Secretaría Distrital de Hábitat y en días recientes la Empresa de Renovación Urbana ahora “RenoBo” la idea de que el Plan de Ordenamiento Territorial - POT elaborado a las patadas, de afán es una maravilla y todo porque en el título dicen “Bogotá reverdece”.
Este POT, defendido por concejales y amigos de la administración bajo argumentos de “es mejor un POT chambón para después a punta de una serie de decretos y resoluciones intentar arreglarlo, que una eterna discusión” como si el ordenamiento territorial de Bogotá se solucionará en un año y medio.
La realidad, como lo evidencie en los pocos espacios de discusión que tuvimos es que mientras venden humo con que este POT va a reverdecer a Bogotá “controlando” la expansión de la mano de la renovación urbana y las actuaciones estratégicas, lo que hicieron fue condenar a los bogotanos a vivir en la sabana ocupando los suelos fértiles de los municipios aledaños, dependiente de los trenes de baja capacidad regionales y lejos de la populísta visión que la alcaldesa habla de ser una ciudad de 30 minutos.
Esto, gracias a que como lo he advertido incansablemente el POT habilitó más de 6.000 hectáreas en renovación urbana pero que aproximadamente el 70% de este está congelado por los próximos 6 años hasta que queden completamente reglamentadas las actuaciones estratégicas, sumando más dificultades a la renovación urbana que ya de por sí es compleja.
Los bogotanos están perdiendo y perderán con este POT, mientras tanto Claudia López y sus secretarios y gerentes seguirán diciendo en foros, entrevistas y cuanto espacio sirva de vitrina para vender un decreto que en la realidad perjudica a la ciudad y la sábana mientras sus ciudadanos se verán obligados a vivir a las afueras lejos de la visión de ciudad de 30 minutos.