En el marco del Día Internacional de la No Violencia contra la mujer, la ONU revela que a nivel mundial por lo menos un 30% ha experimentado alguna vez violencia física o sexual, que cada día alrededor de 137 mujeres son asesinadas por miembros de su propia familia 200 millones han sido sometidas a mutilación genital en los 31 países en los que hay ésta práctica, que 15 millones entre los 15 a 19 años han sido víctimas de relaciones sexuales forzadas, pero solo el 40 por ciento de las víctimas buscan algún tipo de ayuda.
En Colombia fueron asesinadas este año 717 mujeres, de esos casos, 203 son feminicidios, con un aumento del 8.8%; 39,9% perpetrados por sus parejas y 21,67% por sus ex parejas. 9.899 colombianas fueron víctimas de violación, 11,1% más que el año pasado; 28.731 sufrieron violencia intrafamiliar y 13.448 mujeres se han realizado exámenes médico legales por presunto delito sexual.
Para Bastidas, el panorama en Bogotá no es mejor, “Con la llegada de la pandemia, esa violencia se convirtió en ‘La Otra Pandemia’ que silenciosamente en el aislamiento creció. En 2021, van 79 asesinatos de mujeres, 2,5% más que en 2020, afectando con mayor fuerza las localidades de Suba, Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar y Engativá. Se han registrado 19 feminicidios, 15% más que el año anterior; se tiene información de 924 casos de riesgo extremo de feminicidio y se tiene reporte de 3.579 hechos de violencia sexual que se incrementó 9%, sin contar los sub registros y casos que no se denuncian por amenaza”.
Las cifras son claras y demuestran que la pandemia oculta es todavía más grave, “las víctimas no se animan a denunciar porque son amenazadas, o aún peor porque no ven resultados o respuesta a su favor, porque la justicia actúa en favor del victimario y deja en riesgo a la víctima. De 2015 a 2020 se solicitaron más de 28 mil medidas de protección y sólo se concedieron 9.900, es decir, casi el 35%” sostuvo la cabildante del partido Alianza Verde.
Los canales de atención, revelan otro llamado de auxilio de las mujeres. Antes de la pandemia la Línea Púrpura atendía 8.020 llamadas en promedio; con la llegada del COVID aumentó a 18.446 y en la nueva realidad de 2021, ese número es de 21.564. Las denuncias registradas a través de esta vía corresponden: 51% a hechos de violencia psicológica, 24% a violencia física, 19% a violencia económica y 6% a violencia sexual.
La Administración debe preocuparse por la prevención y el acompañamiento a las mujeres que son violentadas o están en riesgo de serlo. Se deben atender las irregularidades de atención y resolución de conflictos en las Comisarías de Familia, las quejas que hay sobre las denominadas Casas Refugio que son herramienta primordial para brindar acogida a ellas como víctimas y sus familias, pero que han bajado la ocupación, y revisar por qué se falla en el seguimiento a los casos que se reportan en la Línea Púrpura o por qué la ruta de atención no la conocen las bogotanas. La defensa de las mujeres debe cesar, y no limitarse a que se recuerde solo en fechas conmemorativas, hay que invertir y ejecutar para su protección. #NiUnaMás
