Mes a mes aumentan las víctimas fatales de los siniestros viales en Bogotá. Los datos de Seguridad Vial de la Secretaria de Movilidad del 01 de enero al 22 de diciembre del 2022, no son alentadores. 531 víctimas fatales, 13% más que en 2021 cuando se registraron 470 fallecidos. Los motociclistas y peatones principales afectados. El aumento responde a comportamientos irresponsables de los actores viales, vehículos en mal estado y huecos en la malla vial.
La Secretaría Distrital de Movilidad señala que la siniestralidad en Bogotá ha disminuido 15,5% en 2022, reportando 24.971 siniestros (con corte 22 de diciembre), 3.884 menos que en 2021 cuando se registraron 28.855. 12.498 (50% del total) han sido solo daños, 11.965 (48%) con lesionados y 508 (2%) con fallecidos. Son esos siniestros con fallecidos donde, según los Datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, se reportan 553 muertos de 01 de enero a 30 de noviembre, 109 más que en el mismo periodo en 2021, una variación de 24,5%.
Los motociclistas principales afectados con 217 muertes (26% del total), seguidos por los peatones, 207 muertes (29% del total) y los ciclistas, 90 muertes (15% del total). Las causas que afectan la seguridad en la vía al conducir son: el ser humano, el vehículo y la infraestructura. El factor humano responde por conductas arriesgadas, imprudencia al conducir, intolerancia entre actores viales y afectaciones en la salud mental y física.
Dos casos recientes en la capital fueron: en la noche del 20 de noviembre en la calle 22 con avenida caracas en donde dos taxis chocaron, al parecer por la imprudencia de uno de los conductores que no respeto el semáforo en rojo, dejando 3 heridos. En la localidad de Usaquén, un accidente registrado en la madrugada del 21 de noviembre en la calle 167 con carrera Séptima, entre un motociclista y un taxista que colisionaron de frente causando la muerte del motero.
Un vehículo afecta la seguridad vial cuando se encuentran en mal estado, tiene condiciones de estabilidad precarias o se encuentra sin revisiones periódicas. Dentro de la infraestructura se encuentra las condiciones climáticas, “pues de la calidad de los desniveles de la calzada y sus desagües depende en buena parte la ocurrencia de empozamientos” y el estado de la malla vial que cuando se une con las lluvias son causas de riesgo inminente.
Bogotá tiene 28% de la malla vial en pésimo estado y ha generado daños a vehículos e incluso muertes en las vías. Las acciones que ha tomado el IDU para realizar actividades de conservación a 2.308 km carril de malla vial con una inversión $602.422 millones en estos 2 años y 11 meses de la administración de Claudia López o la conservación de las vías de la Unidad de Rehabilitación y Mantenimiento Vial por $256.590 millones no son suficientes. A diario conocemos noticias de vehículos varados, motos caídas, muertos, carros volcados, choques contra locales comerciales y entre vehículos.
En agosto y septiembre conocimos dos fatales noticias relacionadas con el mal estado de las vías. La primera fue el grave accidente de tránsito en la calle 19 con carrera 30 (sentido occidente-oriente) dónde un carro terminó volcado y dejó a una persona herida y la segunda fue la de “John F”, un motociclista que perdió el equilibrio en su vehículo por intentar esquivar un hueco cuando transitaba por la Autopista Norte (sentido norte-sur) a la altura de la calle 198, lo que termino con su fallecimiento al ser atropellado por un camión.
El último día sin carro ni moto la alcaldesa con bombos y platillos festejaba mayor velocidad y 103% menos siniestros viales, 67% menos con heridos, culpando a los carros y motos por ser los causantes del mayor número de accidentes. Resulta desalentador que el Distrito no ejerce la autoridad y el control requeridos para que la estrategia “Visión Cero” continúe presentando resultados. Durante 2016 y 2019, bajo la administración del exalcalde Enrique Peñalosa, la tendencia de las muertes por sinestros viales fue a la baja. En la actual alcaldía de Claudia López, la tendencia es al alza sin contar 2020 año de la pandemia de Covid-19.
No basta con reducir la velocidad a 50 kilómetros por hora en las calles de la ciudad si el Gobierno Distrital abandona las campañas y los mensajes institucionales. Insisto al Sector Movilidad en que autoridad, control y resultados debe aplicarse en todo y en especial en la seguridad vial. Otro aspecto es la malla vial, que está al debe con la ciudad, las acciones deben tomarse desde ya para que se mitiguen las inundaciones, los huecos y por ende los siniestros viales.
Concejal de Bogotá