La vivienda en Colombia está pasando un duro momento debido a que se dejaron de vender 64 mil viviendas dejando de recibir $13 billones según la Cámara Colombiana de la Construcción (CAMACOL). Así mismo el grupo de investigaciones económicas de Bancolombia señala que en lo corrido de 2023 del total de unidades vendidas el 35% se han concentrado en Bogotá, 13% en Antioquia y 10% en el Valle. En el caso de Bogotá puntualmente según cifras del presidente de CAMACOL entre enero y julio se han lanzado 15.345 viviendas, mientras que en 2022 para este mismo periodo fue de 28.160 unidades.
Muchas de estas causas se deben a la modificación al subsidio de “Mi casa ya” que el “gobierno del cambio” ha afectado a aquellos bogotanos que sueñan con tener su vivienda propia. Así como la demora en los desembolsos dejando a los constructores con inmuebles terminados, pero no entregados a los propietarios, también está el aumento de costo de vida de los ciudadanos, así como el aumento en las tasas de interés a la hora de solicitar un crédito hipotecario.
Bogotá tiene un reto importante con su próximo gobernante y es el de en primer lugar modificar el Plan de Ordenamiento Territorial - POT que dejó Claudia López a las patadas y que para lo único que servirá será para expulsar a los bogotanos por las más de a la sabana mediante la especulación de los trenes regionales, en segundo lugar, establecer desde el distrito una política de subsidios que sirva para acceso a vivienda en Bogotá ante la negligencia del gobierno nacional y sus modificaciones sin sentido.
El legado de los gobiernos “alternativos” de Claudia López y de Gustavo Petro serán el de dificultar el acceso a la vivienda para los bogotanos afectando el sector de la construcción, así como a los ciudadanos que sueñan con tener su vivienda propia y se han visto afectados por las decisiones erradas y populistas de ellos dos dejando como consecuencia la afectación de cerca de 200.000 empleos directos afectando a 34 sectores de la economía colombiana.