Lo peligroso de algunos acuerdos
Por. Diego García Bejarano
Concejal de Bogotá
Durante años, el Ministerio de Ambiente y de Salud, han trabajado por la regulación de los residuos peligrosos, tales como las baterías usadas, fármacos, tóxicos, explosivos, etc y de algunos residuos especiales como las llantas, disponiendo medidas para el manejo y disposición final segura y adecuada, que involucra directamente a los productores, importadores, distribuidores y comercializadores, como responsables directos de los residuos que puedan contener sustancias peligrosas y de la gestión para su devolución y adecuada disposición.
No obstante, el Concejo Distrital por tercera vez, aprueba un proyecto de acuerdo relacionado con el tema, con el loable interés por contribuir al adecuado manejo de los residuos y de proteger la salud pública, pero dejando tareas a la Administración Distrital que implica la destinación de recursos públicos.
Lo peligroso de estos acuerdos, es que pueden terminar siendo la salida fácil de los productores, importadores, distribuidores y comercializadores, para no hacerse cargo de sus residuos, tal como está sucediendo ya con el tema de los residuos de curtiembres y las llantas usadas que están siendo recogidos por el servicio de aseo con cargo al presupuesto Distrital, despojando de toda responsabilidad a los privados.
De ninguna manera considero aceptable, que el Concejo de la ciudad, establezca obligaciones a la Administración Distrital que ya están claramente definidas en la norma nacional bajo la responsabilidad de los particulares y que los daños colaterales de su incumplimiento, que ponen en riesgo la salud pública y el daño al ambiente, quieran ser subsanados con nuevas normas y no con un control y sanción riguroso a los que están infringiendo la ley.