Los residentes del sector de Class Roma y Britalia fueron quienes esta vez encendieron las alarmas por un lote en el que se instalaron cambuches desde hace varios meses con motivo de las protestas en Portal Américas y en donde ahora se observa presencia de miembros de la PL, que utilizarían el espacio, según dicen y muestran, para entrenar ante cualquier convocatoria de manifestación, consumir sustancias estupefacientes y adoctrinar a menores de edad. Denuncias que fueron puestas en conocimiento de las entidades de la Administración Distrital que hicieron caso omiso y aseguran que lo que hay son habitantes de calle.
Lo cierto es que son las víctimas del vandalismo, las que se han encargado de desmentir a la alcaldesa y su gabinete en cada una de las declaraciones donde niega lo que ocurre en diferentes barrios de la zona con grupos participantes de los disturbios en las protestas. Con videos, fotografías y sus propios testimonios, los vecinos del sector han hecho públicos los encuentros de estas personas, hablan de las amenazas que les hacen a diario para que les den dinero o comida, afirmando que deben colaborar con la causa. Entonces ¿Por qué insistir en negar lo evidente? Y es que hasta a los medios de comunicación que acuden al llamado de las comunidades, los ha tildado de mentirosos.
No es la primera vez que las Primeras Líneas en Kennedy ocupan ilegalmente predios privados o públicos. Con el inicio de las protestas, se asentaron en un gran campamento en el Portal Américas, donde se presentaron entre otros, denuncias de mujeres que fueron víctimas de acoso y abuso sexual; luego, fue el parque El Mundo aledaño al Portal por un periodo de cerca de un mes, que hasta la fecha está totalmente abandonado y con los rastros de los destrozos en árboles, adoquines, canchas e infraestructura en general. Ya en junio de 2021 se ubicaron en el predio conocido como la Universidad Pública de Kennedy, en la Calle 6C #94A – 25, presuntamente con aval del Distrito, propiciando en las noches enfrentamientos con la fuerza pública y cobrando peajes a los ciudadanos en calles residenciales vecinas; allí el Distrito adelantó más de una decena de reuniones para poder desalojarlos hasta que el 11 pudo recuperar el lugar.
Ahora, después de que gracias al apoyo militar en la zona y el refuerzo en el pie de fuerza policial, no se presentaran disturbios importantes en la localidad en enero, se conoce de esta nueva ocupación en el Sector que conecta Britalia con Class Roma en la Calle 56 Sur con 81E. Las respuestas de la administración son contradictorias y faltan a la verdad que si retratan quienes padecen las problemáticas que conlleva a diario, como: el incremento de la seguridad, la presencia frecuente de expendedores de droga, amenazas y extorsiones a los comerciantes que no son denunciadas por miedo a retaliaciones.
La alcaldesa Claudia López se limita a decir que no hay vandalismo desde el mes de agosto de 2021 en la zona cuando es claro que sí. Desde el pasado 10 de Febrero cuando afirmó que no era cierto lo que decían los vecinos y los periodistas que en televisión mostraron lo que sucedía en ese lote, no ha vuelto a referirse al tema; el sábado nuevamente se presentaron disturbios en el barrio Chicalá, grupos de jóvenes se reúnen a las afueras del Parque Gilma Jiménez y de los colegios cercanos. Lo preocupante, es que siguen pasando los días y no hay un rechazo contundente de la Administración al vandalismo, ni acciones para recuperar los entornos afectados en su totalidad, y mucho menos, medidas de reparación para los ciudadanos que se han declarado víctimas del vandalismo.