Resulta inaudito que la alcaldesa Claudia López salga a festejar como un logro nunca antes visto que la cifra de homicidios en Bogotá muestre una reducción para el mes de diciembre de 2021, cuando en realidad, los homicidios aumentaron 21% con respecto al 2020 y un 7% en comparación con el 2019 y fue el año anterior cuando se presentó la cifra más alta de los últimos cuatro años, con 1.126 homicidios en la ciudad.
Maquillar la realidad no sirve cuando los afectados son miles de ciudadanos que a diario enfrentan el terror en las calles. El panorama no puede ser peor, con los delitos de alto impacto que no ceden y otros que cada vez son más violentos y así lo reflejan las cifras, si se compara el 2021 con el 2020.Los delitos sexuales aumentaron en un 7%, con más de 4.934 denuncias de este tipo; la extorsión se incrementó en un 38% con respecto al 2020 y un 41% si se mira frente al 2019.
El hurto sin duda, es el delito que más azota a los bogotanos, y el balance así lo refleja. El hurto a personas aumentó un 29% con respecto al 2020, en 2021 se reportaron más de 96.816 casos; el hurto a residencias se incrementó en 139% si se compara con el 2020, registrando más de 7.104 hechos denunciados. En cuanto al hurto a vehículos el aumento fue de 7% entre un año y otro, dejando un saldo de 3.340 automotores robados. El aumento también se reflejó en lo que tiene que ver con el hurto a bicicletas en un 8%, a celulares en 17% y a motocicletas en un 10%, evidenciando que no hay una clara ni efectiva estrategia de parte de la Administración Distrital para mitigar estos casos.
También llama la atención qué es lo que está ocurriendo con la convivencia, la tolerancia se perdió en Bogotá y no existen campañas del Distrito que aporten a recuperarla. Muestra de ello, es que las lesiones personales crecieron en un 29%, tan solo en 2021 se registraron oficialmente 19.971 casos de riñas que terminaron con algún tipo de lesión para los involucrados.
Bogotá lleva dos años pidiendo seguridad, exigiendo algún tipo de respuesta de la Administración Distrital que solo desconoce la realidad que se vive en las calles mientras crecen los casos de inseguridad y aquellos de justicia por mano propia ante la inoperancia y el abandono institucional.
Cuando se reconoce el problema, se mejora, así que el llamado a la alcaldesa y a la Secretaría de Seguridad es a escuchar a los ciudadanos, a llegar a los barrios y adoptar medidas que si impacten en la reducción del delito, con inteligencia, de la mano con la Policía y el gobierno Nacional y colaboración ciudadana que permita dar captura y desmantelar esas estructuras criminales que se han fortalecido en pandemia.