Después de un riguroso estudio, el concejal Julián Espinosa, de la Alianza Verde, presentó la ponencia del proyecto de acuerdo que busca modificar el reglamento del Concejo de Bogotá, consignado en el Acuerdo 741 de 2019.
Tras el lamentable episodio que vivió el Concejo de Bogotá en el que a través de maniobras dilatorias se impidió la discusión de uno de los proyectos más importantes para el futuro de la ciudad, como lo es el POT, el Concejo de Bogotá trabaja para cerrarle la puerta a los posibles saboteos que les impiden trabajar y que, afectan a la ciudadanía.
El reglamento del Concejo de Bogotá, debe ser pionero en ajustarse a la normatividad constitucional y legal, por ejemplo, en el caso de las recusaciones, herramienta que se usó más de cuatro veces durante el trámite del POT. Ciudadanos ocultos tras el anonimato interpusieron este recurso que dilató el proceso hasta impedir que se diera la discusión del contenido del articulado. Con estas modificaciones, que se expusieron hoy en el cabildo, las recusaciones e impedimentos podrían tramitarse el mismo día en que se presenten y darse por concluido el proceso de manera ágil.
“Durante el trámite del POT, cada dos o tres días nos llegaba una recusación o una acción de tutela, lo que nos implicaba esperar hasta cinco días para resolverlas. Eso abrió una puerta muy peligrosa a que ese tipo de saboteo sea replicado en otros cuerpos colegiados. Por eso mismo, es nuestra obligación cerrar estos boquetes que impiden el sano debate, que ponen un palo en la rueda impidiendo que los concejales cumplamos con nuestro deber”, señaló el concejal Espinosa.
Entre las novedades que se proponen es la creación de una Comisión de ética que se encargaría de tramitar y resolver las recusaciones; en situaciones excepcionales permite citar a plenaria en cualquier hora del día; en ausencia de Bancadas de Oposición posibilita a las bancadas independientes participar de la Mesa Directiva de la Corporación; se incorpora la virtualidad y se crea la Comisión legal para la equidad de la mujer, entre otros.
Las modificaciones que se discuten en el Concejo de Bogotá, son el resultado de un trabajo en que se aunaron esfuerzos y se hicieron consensos entre las propuestas de la administración, la mesa directiva y varios concejales.
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Nidia Hernández
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