Lo que se propone desde la Administración Distrital como una prueba piloto para que la Secretaria de Movilidad y la Terminal de Transporte ejecuten a modo de estudio con el fin de obtener información pertinente para la formulación y estructuración de un proyecto de regulación del parqueo o estacionamiento en vía y espacio público, cumpliendo con lo establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial – POT y el Plan Maestro de Movilidad se reactiva con el reciente anuncio del Distrito de ponerlo en marcha; Sin embargo surgen cuestionamientos frente a cómo se comienza a ejecutar el proceso.
¿Qué pretende el proyecto?
Según lo anunciado, este piloto tendrá una duración de 27 meses, es decir, 2 años y 3 meses, en donde se busca evaluar diferentes aspectos como: el control de la actividad, tiempos de permanencia, horarios de uso, porcentaje de ocupación y demanda del espacio. El lugar donde se llevará a cabo, es la calle 100 entre autopista Norte y carrera 11, y desde esa avenida hasta la carrera 4ª entre calle 76 y calle 64, zona que se caracteriza por tener diversos usos del suelo y actividades. En un proceso que contempla tres momentos: Etapa pre-operativa: con una duración de tres meses aproximadamente; etapa de implementación: que tardaría dos meses y la etapa operativa y de recopilación de información: la cual se contempla llevar a cabo en 22 meses.
¿Cuáles son los beneficios?
Desde hace varios años he insistido en la importancia de implementar un sistema de parqueo o estacionamiento en vía como una oportunidad para organizar el caos que existe en la ciudad por cuenta de conductores que invaden los andenes o incluso se apoderan de una parte de las vías. Además, ayuda a continuar mejorando la implementación del SITP, por ser una fuente de financiación para el mismo y permitirá obtener información necesaria para el proyecto de regulación del estacionamiento en vía, suplir la demanda de estacionamientos y contribuir a mejorar el medio ambiente.
• Mejora la organización de la ciudad: en Bogotá hemos visto como vehículos mal parqueados invaden los andes y quitan espacio a los peatones, también como en algunos casos los vehículos estacionados pueden monopolizar el espacio sin ninguna retribución a la ciudad por este hecho. Por tanto, regular el espacio mejora la organización y optimiza su uso.
• Impacto ambiental: conductores en busca de espacio gratuito o con menor costo genera mayor tráfico en las vías y aumenta las emisiones de gases contaminantes. Permitir el estacionamiento en vía podría reducir ese tiempo que gastan los conductores en busca del espacio gratuito o a menor costo, además de disminuir las emisiones contaminantes.
• Como una fuente de financiación para la Administración Distrital: los recursos que genere esta actividad permitirán una nueva fuente de ingresos que contribuirá al mantenimiento y mejora del SITP.
• Desincentiva el uso de vehículos privados: las políticas de estacionamiento pueden ser una poderosa herramienta para incentivar a la población a tomar transporte público o a usar la bicicleta. Así mismo, su ubicación podrá incrementar el flujo de personas a zonas de comercio y de turismo.
Serias dudas sobre el convenio interadministrativo
Es cuestionable que a estas alturas, se propenda por un convenio interadministrativo entre la Secretaría de Movilidad y la terminal de Transportes, necesitamos explicaciones de parte del Distrito porque lo que corresponde en este proceso es emprender una licitación pública de acuerdo a la Ley 80 de 1993 y supervisada por organismos de control como la Personería Distrital, la Veeduría Distrital y la Procuraduría General de la Nación y no ese tipo de convenio para poder contratar a dedo.
Si bien, la Administración distrital de continuidad a estas ideas de largo alcance, una de las tantas que el exalcalde Enrique Peñalosa ha dejado para la ciudad en pro de los peatones, de la organización de la ciudad y del transporte público, que apoyamos desde el Concejo de la Ciudad con la aprobación del Acuerdo 695 de 2017 y que fue votado por 22 concejales en Plenaria, preocupa que se avance con una medida apresurada de estas entidades impidiendo que se realice un proceso de licitación pública que cuente con pluralidad de oferentes para el desarrollo de esta prueba piloto. Y es que aunque dentro de las consideraciones de la Secretaría se hace alusión a los tres (3) procesos de convocatoria pública adelantados el año pasado para la implementación de la prestación del servicio de parqueo en vía pública, no debía recurrirse a esta modalidad sino permitir que los proponentes que realizaron las observaciones en esos procesos pudieran presentarse para el desarrollo de este levantamiento de información de acuerdo con sus experiencias.
Cabe recordar que dentro de los análisis financieros de estos tres procesos se exigía que el contratista tuviera un cierre financiero de mínimo $114.297.000.096, lo que corresponde a la inversión mínima para adecuar la malla vial, adelantar estudios y diseños de señalización y la interventoría. Esto porque se entendía que el valor de la licitación cuenta con un valor indeterminado pero que se puede determinar con el tiempo.
Rechazo por completo que para este tipo de procesos se acuda a una sola propuesta y no dar la oportunidad para que otras empresas puedan acceder y brindar su experiencia de manera equitativa. Es momento de avanzar pero haciéndolo con transparencia.
Concejal de Bogotá
