Pico y placa para el sur
La movilidad para los habitantes del sur de Bogotá se ha convertido en una pesadilla, en particular para el 85 por ciento de la gente que utiliza el transporte público para desplazarse a sus lugares de trabajo o estudio, como lo revela la Secretaría de Movilidad.
Observo con preocupación que el problema de congestión se ha venido intensificando, debido al aumento en el flujo vehicular de automóviles particulares que haría pensar en la necesidad de volver a la restricción de pico y placa en la zona.
El seguimiento y medición de los tiempos de viaje de la Secretaría de Movilidad indican que el aumento de los trancones se originó en la medida tomada por la alcaldía en diciembre del 2013, de excluir de la restricción de pico y placa a corredores claves de la movilidad en el sur.
Se trata de vías críticas como las avenidas Primero de Mayo y Villavicencio en varios tramos, la misma avenida Caracas y la autopista Sur, donde no se aplica pico y placa como en el resto de la ciudad en los horarios de la mañana y de la tarde.
La velocidad se redujo en las horas valle de 18,3 a 17,1 kilómetros por hora en los dos últimos años para las personas que se movilizan en buses del Sistema Integrado de Transporte y en el tradicional transporte colectivo (hoy SITP provisional). Eso significa una disminución de 6,6 por ciento en la velocidad de cada viaje, todos los días. Y en la actualidad la velocidad está en 15 kilómetros por hora, lo que hace crítico el transporte en el sur.
En la zona sur de Bogotá los tiempos de viaje pueden llegar hasta 70 minutos, mientras que el promedio de la ciudad puede estar en 56 minutos en promedio, según las estimaciones de la Secretaría de Movilidad. Por consiguiente, diariamente las personas pierden al día un promedio de cuatro horas en los trancones. No hay que olvidar que en la ciudad se pierden al año siete millones de horas, según los estudios de Movilidad, tiempo que dejan de descansar y compartir con la familia.
Y no solo hablamos del tiempo, sino de la salud mental de los pasajeros, que se ven reflejados en riñas, peleas y alteraciones del comportamiento sicológico y mental de los usuarios, al pasar horas desperdiciadas en el trancón.
Esta situación muestra que el levantamiento de la medida de pico y placa para carros particulares en el sur de Bogotá ha perjudicado especialmente a los pasajeros del transporte público, porque se ha incrementado el flujo de automóviles y se han congestionado las vías.
Las cifras oficiales indican que los viajes en el sur se han aumentado en un 80 por ciento en cuatro años y que hoy el 11 por ciento de los que se hacen en carro particular corresponden a movilidad interna dentro de la misma zona.
Reinstalar el pico y placa ayudaría a mejorar la velocidad y a disminuir los tiempos de viaje del transporte público e incluso bajar los costos de operación del sistema.
Ahora que se ha fortalecido el servicio del SITP conviene volver al pico y placa, lo que también podría redundar en que usuarios del carro particular puedan optar por usar medios alternativos de transporte.
Las personas que utilizan distintos medios de transporte en el sur de la ciudad en zonas como la autopista Sur, la avenida Primero de Mayo, la vía a Villavicencio, el sector de la Sevillana y Candelaria La Nueva tienen opiniones divididas frente a la posibilidad de aplicar la restricción de pico y placa para los carros particulares en el sur de Bogotá, pero es importante que desde la Secretaría de Movilidad se valore la opción conveniente para la mayoría, es decir, para los usuarios del transporte público.
Un reto para el sur es que los ciudadanos que usan carro particular tomen consciencia de los beneficios de usar modos alternativos de transporte para permitir descongestionar las vías.
Es cierto que algunas personas utilizan el carro como medio de trabajo, pero es fundamental encontrar acciones alternativas para organizarse, porque la calidad de vida de las personas en el día a día depende en parte del transporte.
Insisto, Si hay impactos negativos por la falta de pico y placa en corredores críticos del sur de la ciudad, como lo han evidenciado los monitoreos de la Secretaría de Movilidad, y eso está afectando especialmente al transporte público, hay que evaluar la medida más conveniente para la mayoría.