Desde el Concejo de Bogotá aseguran que la compra y venta de esos vehículos afecta la seguridad ciudadana.

El concejal Julio César Acosta denunció desde el Cabildo que la compra y venta de vehículos accidentados que se viene presentando ante los ojos de las autoridades distritales y de policía está rayando en la ilegalidad por la falta de regulación en esta materia.

"Es preocupante como esta práctica comercial se está proliferando en la ciudad con mayor incidencia en el sector del 7 de agosto y los talleres de la calle Sexta, en donde se compran y venden vehículos que han sido declarados pérdida total por las aseguradoras. Lo más delicado del asunto es que estos vehículos son aparentemente reparados sin cumplir las especificaciones técnicas de fábrica ni los elementos de seguridad que vienen originalmente en los automotores como los pretensores de los cinturones de seguridad, los air bags y otros elementos pasivos de seguridad", señaló el cabildante.

Adicionalmente, dijo que las personas que compran este tipo de vehículos con el fin de revenderlos adquieren repuestos cuya procedencia se desconoce y no ofrecen mayores garantías para compradores de buena fe.

"Esta situación ha repercutido en el hurto de vehículos y autopartes que luego son utilizados en esta práctica nada ética", agregó.

Acosta hizo un llamado a las aseguradoras para que chatarricen los vehículos que son declarados pérdida total controlando así la comercialización y el mercado negro de los repuestos reutilizados de mala calidad.

Así mismo, le solicitó a los concesionarios e importadores de autopartes para que se pueda considerar bajar el precio de los repuestos que más demanda tienen en el mercado negro.

En los próximos días se radicará un proyecto de acuerdo mediante el cual se reglamentará la comercialización de este tipo de vehículos.

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