Pobreza Monetaria y desigualdad en Bogotá aumentaron entre 2016 y 2018
La desigualdad obstaculiza el desarrollo y es causa central de la pobreza.
En Colombia, hay dos formas de calcular la pobreza, la primera se hace a partir de los ingresos monetarios conocida como Pobreza Monetaria. La segunda es el Índice de pobreza Multidimensional –IPM- que evalúa 5 dimensiones (Condiciones educativas del hogar, acceso a servicios de salud, acceso a servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda, empleo y condiciones de la niñez y la juventud) e identifica los hogares que podrían estar privados de las mismas. Si bien es cierto, estos indicadores reflejan distintos resultados, no es posible analizarlos individualmente.
En la última década de acuerdo con las cifras del DANE, la pobreza en Bogotá se ha reducido en términos generales. En el año 2010 el Índice de Pobreza Multidimensional -IPM- fue de 12,1 a partir del cual durante los siguientes 5 años se evidencia una importante disminución de 7,4 puntos porcentuales lo que significó que según la medición adoptada para calcularla, 522.000 personas mejoraron las condiciones establecidas en las cinco dimensiones señaladas. Simultáneamente, en este mismo periodo la Pobreza Monetaria y Pobreza Extrema presentan disminución de 5,1 y 0.6 puntos porcentuales respectivamente.
En cuanto al Coeficiente de Gini también presentó una disminución de 0,028 lo cual significó una reducción importante de los niveles de desigualdad en Bogotá representado en la distribución del ingreso (laboral, no laboral y total).
La Administración de Enrique Peñalosa recibe a Bogotá en el año 2016, con un –IPM- (presentado al finalizar 2015) de 4,7 el cual evidenciaba que 368.000 personas se encontraban en condiciones de pobreza. Sin embargo, al finalizar 2016 dicho índice aumenta a 5,9 llegando a 469.000 pobres, lo que significó un incremento de 101.000 personas. Para el año 2017, este índice, a la fecha, no cuenta con resultados, como consecuencia de algunas inconsistencias de la muestra seleccionada para este periodo. Finalmente en 2018 pasa a ser de 4,3 con 355.000 personas pobres en Bogotá.
Ahora bien, como es señalado anteriormente el –IPM- es complementado con la medición de Pobreza Monetaria la cual muestra que en 2016 fue de 11,6 y en 2018 aumenta a 12,4.
Conviene subrayar que la causa central de la pobreza es la desigualdad, que para el caso de Bogotá entre 2015 y 2018 aumentó de 0,498 a 0,504 significa que durante la alcaldía de Peñalosa los más ricos continúan manteniendo altos niveles de ingresos mientras que las personas de bajos recursos no pueden ascender en la pirámide social.
De acuerdo con esto, se hace necesario evaluar si los resultados obtenidos para 2018 son consecuencia de la efectividad de las políticas públicas y si los montos de recursos asignados han logrado el impacto requerido en la calidad de vida y la generación de ingresos de los ciudadanos. Analizando el presupuesto aprobado para Bogotá en 2018, el Alcalde Enrique Peñalosa asigna el 31.7% del total de los
recursos para inversión al sector movilidad, dejando rezagados sectores tan importantes para cerrar las brechas de pobreza y desigualdad como los son el sector de Desarrollo Económico, Mujer e Integración Social con 0,5%, 0,2% y 6,4% respectivamente. Eliminando la posibilidad de avanzar en una política pública de empleo y generación de ingresos la cual incidiría en cierta medida en la disminución de la pobreza monetaria.
Se comprueba entonces, que tanto la Pobreza Monetaria como el índice de Pobreza Multidimensional no se deben analizar por separado pues no son excluyentes. Por otro lado, aunque según las mediciones realizadas para el año 2018 la Pobreza Multidimensional Disminuye, no existen condiciones equitativas para la distribución del ingreso en la ciudad, quiere decir, los pobres continúan siendo pobres, significa con esto que se continúa ampliando la brecha de desigualdad en Bogotá.
Al hablar de distribución de ingreso se encuentra que los resultados negativos de la Pobreza Monetaria han sido producto de la falta de políticas públicas en el Gobierno Peñalosa que permitan: Primero, La dinamización de la economía de las pequeñas y medianas empresas en Bogotá con el fin de que las mismas generen un número determinado de empleos para los distintos grupos poblacionales. Segundo, Organización de los aproximadamente 176.000 vendedores informales que buscan su sustento diario, generando espacios públicos productivos y amigables con los ciudadanos. Tercero, Oportunidades para el primer empleo y generación de ingresos a través de la creación de proyectos productivos fortalecidos con capital semilla.