“Los prostíbulos deberían estar limitados en el tiempo, pero hemos encontrado varios prostíbulo abiertos, uno de ellos en la localidad de Kenedy que está dentro del Decreto. Está autorizado y funciona a toda hora al lado de un jardín infantil, eso está prohibido por el POT y la administración no hace nada para prohibir esta clase de escenarios”, explicó Patricia Mosquera, Concejal de la U.
De la misma manera, argumentó que ampliar la rumba en Bogotá genera un problema de recursos adicionales para cubrir todo esta acción, se necesitan más policía y más de 4 mil millones de pesos para que la policía se pueda comprometer en vigilar la ciudad y no está dicho como va a funcionar.
Así mismo, se conoció una propuesta para que la Administración instaure el toque de queda para los menores en las tres localidades que hoy tienen horario extendido de rumba, “le propongo a la Administración Distrital que establezca el toque de queda para los menores de edad en las Localidades que tengan horario extendido de rumba, esto, en busca de orientar y proteger antes que reprimir”, afirmó la Concejal Liliana de Diago.
Igualmente, solicitó a la Secretaría de Gobierno establecer los mecanismos justos y necesarios para la adopción de esta medida, la cual deberá ir acompañada de un programa pedagógico.
Durante el debate de control político los concejales exigieron que la Administración Distrital desmonte la expedición del Decreto 310 del 25 de julio de 2014, el cual elimina la llamada Ley zanahoria y da vida a la rumba extendida, y preparar a la ciudad para que sea una Bogotá despierta los fines de semana con parques, espacios deportivos, museos, bibliotecas y centros comerciales, espacios en los que la familia pueda compartir.
La “Bogotá Humana”, se ha convertido en una piñata, llena de sorpresas, cada día una decisión improvisada, irresponsable, dejando de lado a los ciudadanos y ciudadanas”, explicó Olga Rubio Cortes, Concejal del Movimiento MIRA.
En el marco del debate el Concejal Jairo Cardozo del Movimiento MIRA también cuestionó la polémica medida advirtiendo que la Alcaldía de Bogotá, no cuenta con los estudios necesarios para tomar una decisión que afecta a toda los ciudadanos, como por ejemplo, la actualización de los planes de prevención y atención de emergencias.
"El Distrito no ha dicho bajo qué criterio se establecieron estas zonas de rumba. Hoy no se han actualizado esos planes, están lo del año 2008. Mientras que la norma ordena que cada administración debe actualizar esos planes locales de atención de emergencias”, puntualizó Jairo Cardozo.
Para los Concejales la rumba extendida ha conllevado al aumento de la inseguridad (riñas, robos, microtràfico, riñas); altos niveles de ruido que afectan la calidad de vida y productividad de las personas, violencia intrafamiliar, mayor consumo de alcohol, sustancias psicoactivas y mayor exposición de riesgo para las personas adictas.
Denunciaron que son más de 10.000 bares los que funcionan en zonas no autorizadas o permitidas para adelantar el tema de rumba hasta las 5 de la mañana.
Para los concejales antes de adoptar esta medida era necesario formular los Planes Locales de Atención y Prevención de Emergencias de esta Administración, de acuerdo con los escenarios de gestión, los actores presentes en los mismos, y las condiciones físicas y socioeconómicas del contexto local actual, antes de definir los sectores con rumba extendida.