Los vecinos de las UPZ Britalia y Margaritas, colindantes con el Portal Américas, han elevado su llamado a la alcaldía local de Kennedy, a la Secretaría de Gobierno y a la Personería de Bogotá en reuniones presenciales donde indican, se hacen actas y compromisos que no se cumplen y los mantienen “secuestrados en sus propios hogares”.
Han denunciado la toma ilegal de parques como El Mundo, de los alrededores del parque Gilma Jiménez, la instalación de peajes ilegales entre calles residenciales en los que deben pagar para llegar o salir de sus casas, el aumento de hurtos, de consumo y venta de estupefacientes y los destrozos en la infraestructura de su sector, que incluyen daños graves a la semaforización, el alumbrado público, los andenes, calles y que afectan su seguridad y movilidad.
El Portal fue tomado desde el pasado 5 de mayo por un grupo de personas que han decidido asentarse allí y en los parques cercanos en un campamento indefinido. Durante el día, la actividad se basa en la ocupación de la zona verde y frontal con carpas, olla comunitaria y abastecimiento que llega en camionetas cargadas de bolsas negras; pero a partir de las 6:00 pm, sin razón aparente y a manera de “protesta violenta”, comienzan los bloqueos, en la vía principal, la agresión a la Policía con piedras de construcciones aledañas, ladrillos que son sacados de los adoquines de los andenes, con armas elaboradas con tornillos y puntillas que son lanzadas con caucheras, y ahora, hasta con machetes que parecen pasar desapercibidos en las continuas visitas que hacen los delegados de Derechos Humanos y de la Personería a los campamentos.
Para los residentes de estos conjuntos y vecindarios, la situación es insostenible desde hace semanas y no encuentran una respuesta de parte de las autoridades pertinentes, aseguran estar a favor de una protesta pacífica, que no es la que tiene lugar en el Portal Américas, y de allí su solicitud de disolver las aglomeraciones, retomar el espacio público y el orden público; que los delincuentes no se vean más protegidos bajo la fachada de la manifestación y que los vecinos no sean más la presa de la inseguridad. Piden además, la presencia institucional no solo en las visitas esporádicas que hacen a los campamentos, sino de forma permanente en el sector para que evidencien la realidad de la situación.
Muestra de ello, son los casos que se han hecho públicos recientemente, de abuso y acoso sexual en medio de los festejos en el Portal, o las continuas peleas que se forman entre manifestantes cuando se encuentran bajo los efectos del alcohol y sustancias alucinógenas que también han sido reconocidas por los líderes de la concentración en sus comunicados; el hecho de que los disturbios que inician allí, terminen en las calles residenciales, donde buscan entre conjuntos, esconderse para poder atacar al Esmad, poniendo en riesgo la vida de aquellos que no protestan.
Transmilenio ha informado que los daños en general ascienden a más de 21 mil millones de pesos, un monto importante responde en gran medida a los destrozos en el Portal, y en las estaciones de Patio Bonito, Biblioteca El Tintal y Transversal 86 de las que depende la movilidad de estos habitantes; daños en sus cámaras de seguridad; además de los daños en el SuperCade Américas, ubicado en la misma zona, que ha sido seriamente vandalizado en tres ocasiones durante la manifestación, y que ahora impide que los ciudadanos puedan realizar sus trámites, pago de servicios y de impuestos. ¿Quién responde por esos daños? ¿Hasta cuándo vamos a permitir más destrozos? ¿De dónde sale el dinero para restaurar lo dañado? Se requiere una solución ahora, sin demora y sin más excusas de las entidades.
Hoy estas personas que representan a más de 120 mil vecinos del Portal Américas, realizan un nuevo llamado a la Administración Distrital para que no se queden los esfuerzos en reuniones sin fundamento sino que redunden en acciones en favor de las comunidades, de la familias, de los niños y jóvenes que se encuentran expuestos a la delincuencia, que ha encontrado en la manifestación del Portal su fortín; y desde el Concejo hacemos eco, exigiendo resultados en los reclamos de los residentes y en la garantía de los derechos de todos, de quienes si realizan una protesta pacífica, de quienes viven en la zona y sanciones reales y efectivas para los delincuentes y vándalos que pongan fin a la zozobra y la incertidumbre.
Concejal de Bogotá