En Bogotá, de acuerdo a la Secretaría de Movilidad antes de la pandemia se realizaban 770 mil viajes en moto, de ellos el 10% con parrillero. Según el Observatorio de Seguridad de la Policía, en el 2019 se denunciaron en la ciudad 9.416 casos de hurtos en los cuales el delincuente era un parrillero, principalmente en hechos ocurridos en Suba, Kennedy, Engativá, Bosa, Ciudad Bolívar y Fontibón, Chapinero, Teusaquillo, Los Mártires, Santa Fe, La Candelaria y Usaquén.
Ya en 2018 se había adoptado esta medida de manera temporal por la administración de Enrique Peñalosa, en la zona comprendida entre la calle 100 y la avenida Primero de Mayo, y los Cerros Orientales y la carrera 68; con resultados positivos mientras estuvo vigente, pues los hurtos a personas bajaron de 1.373 a 957 y los hurtos a celulares de 957 a 636.
Los recientes y recurrentes hechos de delincuencia que han afectado especialmente a la localidad de Usaquén y Chapinero, dan cuenta de la necesidad de una medida como esta. Es el caso del hurto a mano armada a un vehículo en la Calle 145 con Carrera 9ª, el pasado 17 de julio, donde los asaltantes huyeron en moto; o, la denuncia del hurto a un ciudadano en la calle 122 con carrera 19 donde la modalidad fue el seguimiento a la víctima en automóvil y motocicleta. Y otro más que se registró el 28 de junio pasado y dejó la captura de una pareja en moto que realizaba hurtos a residentes de Usaquén.
Los controles en vía de los que hablaba el Secretario de Seguridad a comienzos del año como alternativa para mitigar la delincuencia en este tipo de transporte han sido insuficientes, y las cifras que arrojan esos controles desde el 22 de marzo al 22 de julio, en periodo de aislamiento, lo demuestran pues no se rigen a la norma: 6.915 comparendos impuestos a motocicletas por no respetar las restricciones propias de la cuarentena.
Esta petición la hicimos extensiva en enero de este año al secretario de movilidad Nicolás Estupiñán, como alerta ante la muerte de Nelson Gerardo Gutiérrez, quien fue asesinado a dos cuadras de su casa, luego de retirar un dinero en una entidad bancaria, fue asaltado y asesinado por un fletero, que era esperado por otro individuo en una moto. Ahora los casos en pleno aislamiento y con cuarentena estricta en varias localidades, se siguen presentando y son registrados por los ciudadanos en sus redes donde se observa claramente que los delincuentes que hurtan celulares, apartamentos, vehículos, entre otros, acuden en su mayoría a este medio de transporte para huir sin contratiempo y de manera rápida, en un modus operandi donde el que comente la acción es el parrillero, mientras que el conductor lo espera para huir.
Bogotá debe retomar la medida de restringir el parrillero en moto. Reitero el llamado al secretario de Movilidad, Nicolás Estupiñán y ahora lo extiendo al secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, Hugo Acero, para que evaluemos la posibilidad de volver a aplicar la restricción en una acción por la vida y la seguridad de los bogotanos.
Concejal de Bogotá
