Pese a las intenciones de Peñalosa por urbanizar esta zona del Borde Norte de la ciudad, recordamos que aún sigue vigente el Plan de Manejo Ambiental – PMA - de la Reserva, aprobado mediante el Acuerdo 021 de 2014 de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR-, donde se formuló el proyecto “Compra de predios para la conservación”, que busca adquirir áreas (mediante procesos de enajenación voluntaria o expropiación) que por su carácter e importancia estratégica son primordiales para la consolidación de la reserva.
Entonces, ¿qué pasará con los 90 mil millones de pesos que mediante el Acuerdo 005 de 2015 fueron adicionados al Fondo Distrital para la Gestión de Riesgos y Cambio Climático – FONDIGER –, provenientes de las utilidades de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá ESP – EAB - y que fueron destinados para la adquisición predial y restauración ambiental de la Reserva Thomas Van der Hammen? De acuerdo con información suministrada en enero del año 2017 por el Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático – IDIGER –, estos recursos fueron asignados a la SDA desde el 2015.
Es inaceptable que la Autoridad Ambiental de la ciudad anulara la utilidad pública y ambiental de la reserva, pero es más grave aún que teniendo recursos no haya adelantado acciones para su conservación y para el cumplimiento del PMA, todo lo contrario, se ha dedicado a expedir actos administrativos que atentan contra el patrimonio ambiental de todos los bogotanos, por ello, estaremos atentos a denunciar todas las actuaciones que se efectúen en detrimento de sus valores ecosistémicos.