Reclamamos justicia para todos los casos de ataque con ácido
Es un alivio que un juez de la república haya condenado a 21 años, 10 meses y 15 días de prisión a Jonathan Vega, el hombre que truncó la vida de Natalia Ponce de León el 27 de marzo del 2014 cuando le lanzó ácido y la desfiguró.
Su caso se volvió emblemático por el nivel de daño que le causó, por el valor de Natalia Ponce para enfrentar a la vida, a su atacante y a la sociedad a pesar de las secuelas y porque gracias a que ella no guardó silencio finalmente se aprobó una ley que aumento las penas por este delito.
Dos años y seis meses se demoró este proceso para llegar a condena. No es poco tiempo, pero si es mucho menos al de otros casos de ataque con ácido que se han quedado en la impunidad o porque no se ha capturado al agresor o porque la justicia no ha sido diligente.
Son muchas las mujeres que esperan que se haga justicia en sus casos. Me pregunto dónde están las condenas de las 94 mujeres que fueron atacadas en el país en el 2012, las 40 del 2013 o 15 del 2015. En Colombia en una década del 2004 al 2014 se denunciaron 926 casos en Colombia. ¿Dónde están esas condenas?
Todas esas mujeres viven hoy el drama de sus rostros y cuerpos desfigurados y con secuelas, las consecuencias laborales y el drama personal de una vida truncada, mientras sus atacantes caminan por las calles y representan un peligro para la sociedad y para otras mujeres.
En casi todos los casos los ataques se originaron en la decisión de las mujeres de dejar una relación tormentosa, llena de maltrato físico y psicológico. Y en la mayoría los atacantes han sido novios, exnovios, parejas o exparejas los atacantes.
Bien por la condena en el caso de Natalia Ponce, la considero un alivio para el drama que ha tenido que enfrentar, pero pido justicia para el resto de las mujeres.