SALAMANCA EXIGE CLARIDAD AL ALCALDE MAYOR SOBRE POSTURA DEL SALIENTE SECRETARIO DE HACIENDA FRENTE AL TEMA HOSPITALARIO
Las palabras de quien administró los recursos de la ciudad durante 30 meses, claramente son un cuestionamiento a la ética médica y suponen una presunta indolencia de quienes participan en el sistema de salud desde el sector Público.
Por eso envió sendas comunicaciones al Burgomaestre y al Personero Distrital, para saber si la Administración Distrital comparte la posición política defendida por el Dr. Ortega y exigió el concurso del Ministerio Público para adelantar las investigaciones en toda la Red Pública Hospitalaria del Distrito, a fin de comprobar la veracidad de estas graves denuncias.
Para Salamanca, hacer este tipo de aseveraciones generalizadas afecta y desestimula al recurso humano que labora en los hospitales, toda vez que de manera indiscriminada y ligera, se pone en entredicho la transparencia en la facturación de los servicios prestados a los pacientes y los mecanismos de recaudo y tesorería cuando se genera el cobro de cuotas moderadoras o copagos por la atención.
Estas fueron las afirmaciones del propio Secretario: “no creo que haya nada tan complicado y tan grave como lo que es el sector de la salud; la ciudadanía no cuenta con ningún mecanismo que los defienda, y les puedo mostrar pagarés firmados por ciudadanos de cuentas onerosas de 5 o 6 millones de hospitales públicos de Bogotá , donde se les exige el pago, en efectivo, a los ciudadanos para poder liberar el cadáver de un ser querido, donde no hay nadie que defienda a ese ciudadano de cuál es la legitimidad de ese cobro y no hay claridad contable de qué pasa con esas letras que les hacen firmar o con ese efectivo que le hacen pagar en oficinas de pagaduría, que ninguna tiene las condiciones de seguridad que el manejo de recursos públicos exige, no tienen cámaras, no tienen arqueos, no tienen ni siquiera cajas fuertes donde de manera segura se depositen sobres con los pagos para ser consignados en bancos”.
Según el Cabildante "Aunque me resisto a creer que sea un comportamiento generalizado, si el Dr. Ortega tenía pruebas claras y certeras de Empresas Sociales del Estado donde esto ocurre, sorprende lo tardío de sus denuncias, pues como parte del equipo de Gobierno, debió manifestarlas oportunamente y enfrentarlas, en vez de hacerlo al momento de su retiro. De todas maneras, su ortodoxa posición política en el tratamiento de los temas de salud y educación, dan muestra del papel minimalista que pretende darle al Distrito en la formulación y ejecución de estas políticas públicas".
En este sentido, no es extraño haber escuchado en la Comisión de Presupuesto frases de este contenido: “esa teoría que uno se endeuda para pagar salud o pagar educación es un crimen, con la sociedad y con las finanzas, porque uno no tiene la capacidad de poder garantizar de manera recurrente lo que es una obligación para garantizar equidad social cuando uno financia eso con deuda, eso se devuelve porque se devuelve”.
Palabras, más palabras menos, esto no es nada diferente a la negación del Estado Social de Derecho, cuando desde hace cinco años no se le realiza una actualización tarifaria a la Red Pública Hospitalaria, no se remuneran actividades intermedias y de medicina interna bajo el modelo del pago fijo global prospectivo, con diferencias entre el 20% y 30% por debajo de los servicios contratados con terceros, varias gerencias carecen del flujo de caja suficiente para honrar con las obligaciones salariales y prestacionales de su personal asistencial y administrativo con retrasos de 2 y 3 meses. La Secretaría de Salud debe revisar la relación contractual con las EPS del régimen subsidiado y contributivo, de los Departamentos y de las firmas aseguradoras, quienes se caracterizan por la dilación en el pago producto de la atención a los usuarios; al primer semestre de 2010, el total de Cartera de los hospitales del Distrito es de $639 mil millones de pesos, con un incremento del 27% frente al mismo período del año anterior que fue de $475 mil millones.
La vulnerabilidad del sistema es evidente, el deterioro de la infraestructura hospitalaria salta a la vista, como las deficiencias en los muebles y equipamientos, el rezago en tecnología biomédica hace poco competitiva la red Distrital en el mercado. Negar la posibilidad de apoyo vía incrementos presupuestales y acudir a cupos de endeudamientos, es condenar la salud de Bogotá a la chatarrización.
A su vez, en materia educativa, más allá de la construcción de megacolegios y el reforzamiento estructural de otros, el componente de calidad está aún comprometido. La integración de las tecnologías de información, la garantía en su acceso y dominio (REDP), la transformación pedagógica y el reconocimiento de la ciencia al servicio de la formación de los estudiantes del Distrito, aún no es una realidad en la ciudad. Esta situación contrasta con el crecimiento de un 65,22% del portafolio de inversiones del Distrito entre diciembre de 2009 y junio de 2010.
Por todo esto, el Concejal Salamana le solicitó al Señor Alcalde, presentar su orden de prioridades y reclamó una respuesta concreta donde aclare si la postura de quien estuvo encargado de la cartera de hacienda, coincide con su perspectiva como gobernante y autor del Plan de Desarrollo “Bogotá Positiva” y lo demuestre en la designación de su futuro Secretario.