Sí a la protesta, no al vandalismo
Bienvenidas sean siempre las protestas pacíficas que no afecten a los ciudadanos, ni sean epicentro de vandalismo.
En toda sociedad democrática es sano acudir al mecanismo de la protesta social, como símbolo de inconformismo y exigencia por parte de la ciudadanía a gobiernos o instituciones. El problema real radica cuando se alcanzan niveles de vandalismo, por unos pocos, que confunden el defender sus derechos con cometer delitos y afectar a ciudadanos.
Hace algunos días me preocupé al ver como en las redes sociales empezó a crecer una invitación a una "colatón", planeada para hoy 22 de octubre , como consecuencia al anuncio de que se incrementaría 100 pesos la tarifa del Transmilenio. Sí bien es cierto, que los ciudadanos necesitamos frecuencia en las rutas, más buses y sobre todo calidad en el servicio. Necesidades que he planteado en los 11 meses que llevo como concejal, y que conozco, ya que soy usuaria del sistema. Pero debo aclarar que a pesar de estos factores estoy en contra de la protesta denominada "colatón" ya que es una invitación a cometer un abuso que si soy honesta es un delito.
Al sistema en promedio ingresan 67.000 personas sin pagar lo que representa alrededor de $113.900.000 diarios indicando que el mayor número de colados se presenta en horas pico. Adicional, actualmente se destinaron 9.000 millones de pesos para el arreglo de puertas que son dañadas por ingresar a las estaciones de forma inadecuada. Estas pérdidas no solo representan dinero, sino también evidencian el retroceso de la cultura ciudadana y del respeto por el sistema que es hoy patrimonio de la ciudad. Entre otros esos son los costos que asumimos los capitalinos, que hacemos uso óptimo del sistema, por la falta de administración y de gerente del TransMilenio.
Quiero invitar a los capitalinos a que hagamos protestas pacíficas en las que la fuerza radique en las ideas y castigos sociales para aquellos que usan el sistema de forma inadecuada, no nos podemos quedar de manos cruzadas ante esta realidad. Si nos unimos y hacemos valer realmente lo que pagamos por ingresar al sistema no vamos a tener colados en las filas, inseguridad, ni estaciones averiadas y podríamos recuperar la cultura ciudadana, que es la que nos debe caracterizar. ¡Si a la protesta, no al vandalismo!