La seguridad en Bogotá está en su peor momento y aunque se comienza a vislumbrar una estrategia coordinada con el gobierno nacional en cabeza del Ministerio de Defensa, con la Policía y la Secretaría de Seguridad, hasta que se revisen los procesos que están permitiendo que los responsables de cometer delitos en Bogotá queden libres, no se logrará mitigar la ola de violencia que azota a Bogotá, manifestó la concejal Lucía Bastidas.
Y agregó, “no es percepción, la inseguridad es real y cada vez con modalidades más violentas, Según la encuesta de percepción de inseguridad de la Cámara de Comercio, el 76% de los ciudadanos consideran que Bogotá es insegura, un indicador que ha presentado un aumento de 16 puntos porcentuales entre 2019 y 2020, el más alto de los últimos cinco años y lo que se vive en los barrios es todavía peor: los atracos son a mano armada y con intenciones de asesinar, los homicidios incluso a plena luz del día, en modalidades que van desde el uso de arma de fuego al de un golpe en la cabeza con piedras o ladrillos por la espalda. Y en consonancia con estos datos, está que el 70 por ciento de los homicidios en el país son cometidos con armas de fuego, el 90% de ellas, ilegales y la mayoría hechizas. La llamada Administración de Justicia debe operar como tal, y la Fiscalía preocuparse por cumplir los términos para llevar tras las rejas a los responsables con penas justas y evitando que vuelvan a cometer esos delitos”.
Según Bastidas, los casos de reincidencia que se han conocido en la ciudad en las últimas semanas, evidencian el peligro que corren las víctimas que se sienten desprotegidas por la institucionalidad. Por ejemplo: en la localidad de Santafé Carmen Cecilia Contreras, una mujer que había denunciado el 13 de julio un robo de un celular, fue asesinada y su hija herida en el lugar por el mismo hombre que había sido capturado tan pronto cometió el robo, pero que un juez dejó en libertad; la semana anterior, el asesinato de Johnson Zorrilla, de 56 años de edad, en el barrio La Estrada, en la localidad de Engativá luego de haber sido atacado con una piedra en la cabeza y estando ya en el suelo fallecido fue despojado de sus pertenencias y abandonado; esta semana de nuevo bajo ese modus operandi, otro hombre de 63 años de edad fue atacado, esta vez con un ladrillo en la cabeza, fue robado y dejado en delicado estado de salud. La sensación de miedo en las calles es persistente, lo dicen los ciudadanos, los hechos y las encuestas y a la Administración Distrital le han faltado medidas contundentes para enfrentar la inseguridad.
“El llamado es a una clara articulación entre las autoridades y los entes del estado con los organismos de justicia, porque a pesar de que haya capturas y una estrategia de seguridad, a los pocos días, en muchos casos horas, los delincuentes están en las calles nuevamente y los ciudadanos en riesgo. No podemos seguir engañándonos con las comparaciones de la mínima reducción de los índices de criminalidad entre 2019 y 2020, que en realidad se dieron por el aislamiento y la pandemia”, sostuvo Bastidas.
