La tasa cobertura bruta [1]educativa, refleja una caída, entre los años 2012 y 2017 de 9,4 puntos porcentuales, dado que en el año 2012 Bogotá, refería una cobertura del 99,3% y en 2017 alcanzó el 89,9 %. En cuanto a los datos de cobertura neta[2], la situación es aún más grave, se han perdido 14,2 puntos porcentuales entre el 2012 y 2017, pasando de 95,8% en 2012 a 81,6 en 2017. El nivel de preescolar, ha sufrido la caída más precipitosa por cuanto, en 2013, registró una cobertura bruta del 86,9 % y en cinco años ha caído 13 puntos porcentuales, la matrícula para estos grados en 2017 atendió al 73,9% de dicha población. Estas cifras son alarmantes para la ciudad, particularmente en los primeros años de educación y la articulación con la educación superior, enfatizó Nieves Herrera. Ahora bien, los niveles de básica primaria muestran resultados similares, entre 2012 y 2017 su cobertura ha caído en más de siete puntos porcentuales. Así las cosas, las tasas de cobertura bruta y neta indican que hay que definir acciones concretas para no permitir que más niños, niñas y jóvenes, estén por fuera del sistema educativo y más aún opten por la educación privada.
En 2017, quedaron por fuera del sistema educativo Distrital, 66.364 niños, niñas y jóvenes entre los 5 y 16 años, el año anterior fueron 56.213, situación que denota un incremento del 18 % de un año al otro, lo cierto es que para el año inmediatamente anterior 10.151 niños niñas y jóvenes más, no recibieron educación. Esto conduce a deducir que las políticas y estrategias de cobertura no son lo suficientemente eficientes para garantizar el derecho a la educación en Bogotá.
En los últimos seis años, la matricula en el sector oficial dejó de atender 147.249 estudiantes, tan solo entre 2016 y 2017 no se matricularon 7.689 de preescolar, 10.387 de básica primaria, 14.987 de básica secundaria y 5.844 de la educación media (grados 10 y 11) para un total de 38.909. Debido a esta situación, la Secretaría de Educación, debe rendir cuentas respecto de lo que está pasando con la matrícula oficial, por cuanto a pesar del intento por minimizar el problema, no hay claridad si la deserción es producto de la disminución de la población en edad escolar, los niños, niñas y jóvenes se han ido de la ciudad o si están por fuera del sistema educativo, grave asunto aseguró Nieves Herrera.
CELIO NIEVES HERRERA