Un merecido homenaje al bienestar animal
Sábado 2 de octubre de 2021
"La compasión por los animales está íntimamente asociada con la bondad del carácter, y puede afirmarse que el que es cruel con los animales no puede ser un buen ser humano". Arthur Schopenhauer
Como integrante del comité evaluador para conferir la Mención de Honor por la Defensa y Protección Animal, el día de hoy participé en la entrega de tan importante mención en cumplimiento de lo establecido en la Resolución N° 035 del 04 de febrero de 2021 del Concejo de Bogotá. Frente a este reconocimiento, quiero presentarles las siguientes reflexiones.
Bien es cierto que para desentrañar las características que definen el ideal personal tendríamos que viajar por un sin número de propuestas, teorías, e ideologías, pero sólo quiero mencionar unas características, que son primordiales para lograr la excelencia humana. También es mi intención que al describir estas cualidades piensen cada uno de los homenajeados en su labor.
Primero me detengo en lo que se denomina sensibilidad. Ésta es la tendencia natural que tenemos los seres humanos a sentir emociones o sentimientos. Cuando una persona suele conmoverse muy fácilmente ante determinadas circunstancias que implican o guardan un fuerte compromiso emocional, se suele decir que es un ser sensible.
Hablar de empatía es hablar de otro elemento que compete al ser ideal. El término empatía proviene del griego, empatheia, que significa en otras palabras la unión física o emotiva por el que sufre. En muchos sentidos, la empatía puede ser comparada con el altruismo siendo éste la capacidad de entregarse uno mismo a favor del bienestar del otro. La empatía implica cierta entrega, pero más que nada en lo que respecta al acompañamiento.
Todos tenemos una idea general de lo que significa solidaridad, otro componente del concepto en cuestión. Formamos parte de un conjunto de individuos que interactúan y, en consecuencia, ayudamos a los demás y somos a su vez ayudados.
Por último, quiero hacer énfasis en que la condición humana implica la vida en comunidad, en hermandad, en semejanza o también entendido desde el término fraternidad lo cual contiene siempre las nociones de unión; de respeto y de acompañamiento.
Se preguntarán ustedes por qué hacer alusión a estos conceptos en medio de un reconocimiento a personas y grupos dedicados a la protección de los animales. Pues parece ser que el universo o la fuerza creadora que algunos llamamos Dios planea y ejecuta con sabiduría, que uno de los mejores catalizadores o evaluadores de los elementos anteriormente mencionados, son quienes conforman el reino animal.
Sensibilizarse es conmoverse con ellos, es emocionarse por ellos es sentirse cercano a ellos y moverse por sus necesidades. Ser empático es también sentir su dolor, es comprender su silencio, es entender a plenitud que, al igual que nosotros, son seres vivos. A su vez, como lo hacen ellos hacia nuestro género, es demostrar acompañamiento.
En cuanto a la solidaridad es una práctica que debe trascender el ámbito humano, incluso por nuestro bienestar, y conciliar con los demás seres de la naturaleza, háblese de las plantas, del aire, de las aguas de los ecosistemas y también de los animales, esto traducido en ayudar, cooperar, conservar.
En ellos debemos abandonar la idea errada de que somos el último eslabón en la cadena evolutiva, amos y señores de lo existente, el centro del universo y dueños de la vida; sólo somos una pieza en el maravilloso engranaje de la existencia y al entenderlo darle cabida a nuestros compañeros de nave y hacerlos parte de nuestra familia los cuales vienen cargados de equilibrio, alegría, maravilla, asombro y afecto.
El ambiente es un contexto donde coexisten distintos seres sintientes y debe eliminarse cualquier visión utilitarista que concibe a los animales como un recurso que se puede explotar. Nuestro compromiso como sociedad es respetar a los animales y garantizar condiciones para acceder a una vida justa. La política pública debe ir acompañada de política social para educar y concientizar a ciudadanos, expandiendo la consideración moral y jurídica a todos los animales.
Por todo lo anterior hoy no hacemos sólo un homenaje y reconocimiento a conservacionistas, ambientalistas, animalistas o términos semejantes, sino que hoy, por todo lo expuesto y en ustedes hallado, exaltamos y aplaudimos efusivamente a un selecto grupo de buenos seres humanos. ¡Gracias y Felicitaciones¡