El día de ayer 19 de octubre en las horas de la tarde el centro de Bogotá se convirtió en un campo de batalla protagonizado por comunidades indígenas Emberá quienes armadas de palos y piedras se volcaron en contra de la infraestructura social, la fuerza pública, los gestores de convivencia y el resto de la ciudadanía.
El balance deja un total de 16 policías y 11 gestores de convivencia heridos. Miles de trabajadores en el edificio Avianca retenidos dentro del establecimiento y un sinfín de daños al mobiliario público y comercial de la zona. Como lo he venido denunciando se han incumplido los compromisos pactados el 5 y 6 mayo del 2022 con esta población, y también la falta de participación en el marco de la reformulación de la política pública.
Si hablamos de vulneración de derechos el panorama de ayer fue desolador donde hizo falta la presencia del ICBF. Es indignante ver como instrumentalizan a los menores de edad para llevar a cabo todos estos actos vandálicos escudándose en ellos, la población más vulnerable.
Vemos una fuerza pública maniatada, que tiene que dejarse golpear y pasar por encima. Hoy envío un fuerte abrazo, mi apoyo y solidaridad a la patrullera Leidy de la Cruz, al teniente Luis Miguel Abaunza Diagrama, al intendente César Augusto Camacho Aguilar, al intendente Fabio Nelson Hernández Vargas, al patrullero Carlos Alfredo Moreno Suárez, al patrullero Edwin Alexis Rodríguez Díaz, al subintendente Daniel Prieto, al patrullero Jeison Restrepo Peña, al patrullero Carlos Morelo, al patrullero Carlos Rosario, al patrullero Jaime Motato y al patrullero Andrés Beltrán, y a los gestores de convivencia que se vieron afectados por estos actos de violencia organizada.
Lo que estamos viendo en la ciudad y en el país, son actos de vandalismo que nada tienen que ver con una protesta social. El discurso que se ha manejado desde el gobierno solo ha dado pie para la impunidad de estos actos criminales que sufrimos los ciudadanos de a pie.
Pido a los entes de control, gobierno nacional y distrital que tomen acciones contundentes que solucionen de raíz el problema y haya una salida social para esta comunidad.