Según cifras del Instituto de Medicina Legal, en el año 2021 los casos de violencia intrafamiliar registrados fueron 46.615, mientras que de enero a diciembre de 2022 se reportaron 78.600. Con base en ello, se advierte que hubo un aumentó de 68,5% en lo corrido del año en comparación con 2021.
Información entregada por la Secretaría de Seguridad de Bogotá reveló que la violencia intrafamiliar incrementó en un 28,5% en la ciudad para 2022, respecto a 2021. Las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Suba son las que registraron más casos de violencia intrafamiliar. Según SaluData los casos en menores de 18 años y distribuidos de la siguiente manera: primera infancia (0 a 5 años) el 15,2%, infancia (6 a 11 años) el 17,9% y adolescente (12 a 17 años) el 29,9%. En cuanto a la violencia sexual para el 2022 se reportaron 18.076 casos que representan el 41% del total de eventos notificados para este periodo. Frente al curso de vida se encuentra que el 74,4% de las víctimas son niños, niñas y adolescentes.
Casos como el niño Gabriel Esteban González, quien fue asesinado a manos de su propio padre, el país volvió a recordar lo vulnerables que son nuestros niños y además lo frecuente que son violentados, sólo este año, Medicina Legal ha reportado 426 asesinatos, un 12% más que en 2021.
El delito que presentó mayor crecimiento fue la violencia intrafamiliar, una problemática a la que nos enfrentamos cada día y que puede ocurrir en todos los entornos, grupos sociales, económicos, religiosos y culturales, y, afecta en mayor medida a mujeres y niños. Los datos disponibles son alarmantes y lo relevante aquí es que saca a la luz los desafíos que enfrenta el Gobierno Nacional y Local para prevenir y eliminar cualquier tipo de violencia.
Actualmente, hablar de la violencia es fatal para cientos de personas, porque no se atiende a tiempo o porque la ineficacia de la justicia no motiva la denuncia oportuna. Se sugiere al Gobierno Nacional articular todos los ministerios y entidades nacionales para la promoción de proyectos que garanticen y permitan la prevención y atención de violencias, el fortalecimiento de escenarios donde niños, niñas y mujeres vivan en una sociedad libre que parta de los derechos humanos y que garantice el desarrollo integral.
Para Bogotá, propongo pasar las Comisarías de Familia a ser dirigidas por la Secretaria Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, en lugar de la Secretaria de Integración Social. Es indispensable unir esfuerzos en pro de una mayor calidad de vida, restablecimiento de derechos y sobre todo seguridad para las mujeres y niños de la capital, dando un mayor aprovechamiento a los recursos destinados para ello.
Bajo ninguna circunstancia podemos aceptar violencia al interior de las familias, debemos unir fuerzas y luchar para acabarla. Reconozcamos la importancia de estar informados, alerta, apoyar en la denuncia, no revictimizar a quienes la padecen y exigir la pronta respuesta de las autoridades competentes para cumplir con las condenas justas contra los responsables.