Para el concejal Yefer Vega el primer paso, es reconocer como tal la protesta social como el canal de comunicación de los ciudadanos para evidenciar su inconformidad con distintas situaciones como el asesinato de líderes sociales, la exigencia del cumplimiento de los derechos fundamentales como la educación, en especial, la educación superior, derecho al trabajo, derecho a la salud y la pobreza, entre otros.
De igual manera el concejal destaca que las movilizaciones se han visto desviadas de su foco principal por distintos intereses, como los actos vandálicos, que llaman la atención de los medios de comunicación, los intereses políticos, grupos terroristas, daños al bien público y el constante enfrentamiento entre los mismos ciudadanos, ciudadanos uniformados y ciudadanos protestantes.
Este ejercicio de reconocimiento también involucra a la fuerza pública y a las instituciones quienes deben trabajar para recuperar la confianza de la ciudadanía, los bogotanos no confían en la policía, las denuncias por abuso de autoridad son constantes y la percepción de inseguridad esta por las nubes.
A esto se suma un componente mucho más delicado y son las víctimas que han dejado estos ya casi 4 meses de protesta social, tanto manifestantes, como uniformados.
La solución del desmonte del ESMAD o regular la protesta social, resultan demasiado drásticas y no garantizan el cese de orden público, es por eso que el Concejal dice que el problema puede abordarse desde cuatro ejes fundamentales:
1. Fortalecer el equipo de gestores de convivencia, aplicando protocolos existentes sobre intervención del ESMAD como última medida, y garantizando derechos humanos.
2. Desarrollar líneas de investigación de la Fiscalía y la Policía frente a los daños desmedidos de algunos manifestantes.
3. Adelantar programas de educación social para el ejercicio del derecho a la protesta sin acudir a vías de hecho.
4. Buscar la reconciliación entre la fuerza pública y la ciudadanía, que permita que la confianza en la institucionalidad se recupere.
Luchamos por un acuerdo de Paz, que aún con muchas dificultades, ha salido adelante y es un ejemplo para el mundo, pero no basta con eso, falta lograr la reconciliación.