Agresiones verbales, la negación de renta de un inmueble o de emplearlos por su nacionalidad, forman parte de las diferentes expresiones que pueden ser entendidas como xenofóbicas y las cuales han experimentado en diversa intensidad los migrantes venezolanos que llegan a Bogotá, un panorama que no es distinto en el resto del país.
El más reciente estudio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en relación a lo que hablan los colombianos en redes sociales respecto a los venezolanos, encontró que en muchas ocasiones son mensajes de odio, rechazo y temor hacia los extranjeros.
En este estudio, en el cual se analizaron más de 14.000 conceptos, ACNUR encontró que en las conversaciones se generaliza el drama que viven los venezolanos que llegan al país; el análisis concluyó que los colombianos asocian la llegada de extranjeros con el aumento de desempleo, criminalidad, prostitución y venta de estupefacientes.
“Recordando nuestra propia historia y entendiendo que es ser estigmatizados por conceptos tales como ‘narcotraficantes’ y ‘delincuentes’, me preocupa los constantes casos que se han venido presentando en la capital y en general, en Colombia, por un problema generalizado: la xenofobia”, enfatiza el Concejal de Bogotá Yefer Vega del Partido Cambio Radical.
Lo que perdemos de vista con este tipo de expresiones de hostilidad y odio, es la crisis humanitaria que están viviendo estos cientos de venezolanos, que no vienen por voluntad propia sino por una situación económica, social y política.
BOGOTÁ, CIUDAD DE OPORTUNIDADES
Cifras de Migración Colombia dan cuenta oficial, a junio de 2018, que 106.476 familias han llegado al país, entre ellas 98.516 mujeres y 105.258 hombres, para un total de 203.774 venezolanos registrados. Bogotá, por su parte ocupa el tercer lugar en el registro de venezolanos (20.584), después de los departamentos de Norte de Santander y La Guajira.
La capital del país, como receptora de migrantes venezolanos, debe ser conocida por ser la capital de las oportunidades del país y por acoger a todas las racionalidades del país y por qué no, a todas las nacionalidades.
“Es nuestro reto construir una ciudad con garantías para todos los grupos poblacionales que decidan escoger a Bogotá como su hogar. Sabemos de la presión que se siente sobre la competencia por el empleo, la informalidad, y el hecho de que un ciudadano vea todos los días en el transporte público o en la calle, a los venezolanos que piden algún tipo de ayuda, pero ante esta situación la tarea de Bogotá, es mediar para quienes escapan de un país cuya economía no les permite obtener lo básico y el descontento ciudadano que pueda generar su presencia en estas ciudades”, puntualiza el cabildante.
UNA ADMINISTRACIÓN COMPROMETIDA
En este sentido el Concejal de Cambio Radical resalta el interés de esta Administración por brindar ayuda humanitaria a los migrantes venezolanos con iniciativas como la ruta de emprendimiento para los migrantes venezolanos de Secretaría de Desarrollo Económico; el trabajo de la Secretaría de Educación que garantiza el acceso a la educación pública a los migrantes venezolanos con las mismas condiciones de bienestar, calidad y seguridad que reciben los estudiantes bogotanos; el de la Secretaría de la Mujer que ofrece a las venezolanas orientación y asesoría sociojurídica y psicosocial o la estrategia “Casa de todas” que presta atención a hombres y mujeres venezolanas en ejercicio de la prostitución, sin desconocer lo que la Secretaría de Integración Social ha hecho en el Centro Integral de Atención al Migrante, la Terminal de Transporte, los jardines sociales, los centros AMAR, comisarías de familia y, más recientemente, en el campamento humanitario de paso.
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