Hoy no es un día de celebración, es un día de conmemoración, de recordar como en Estados Unidos unas mujeres fueron masacradas por luchar por una igualdad de derechos laborales en una fábrica y como a partir de esa fecha se conmemora el 8 de marzo como el Día de la Mujer Trabajadora. Es un momento de reflexión, de análisis, de alzar nuestra voz hombres y mujeres en contra de la violencia, la discriminación y de humillación.
Las mujeres en la historia hemos sido discriminadas, humilladas, nuestro cuerpo ha sido botín de guerra y nuestras luchas han sido más difíciles de llevar que mucha otras en la historia de la humanidad. Por eso un abrazo gigante a todas esas mujeres trabajadoras, que desde su casa generan una economía del cuidado, que desde el hogar generan una lucha que en ocasiones resultan anónimas pero que quizas son las luchas más importantes de la sociedad.
Mi madre y mis abuelitos me enseñaron como las mujeres debemos sobrepasar todos los obstáculos y hoy esa es la enseñanza que le doy a Sarita mi hija. Para todas las mujeres colombianas y de Bogotá mi voz de aliento, mi voz de fuerza y de rebeldía antes una sociedad patriarcal que siempre nos quiere acallar.
¡Fuerza Mujeres!
Polo Democrático Alternativo
