- •En ese tiempo y teniendo en cuenta que se trató de sitios de alta afluencia de personas, solo tres ciudadanos se acercaron para prestarle ayuda a los menores de edad.
- •El ejercicio se hizo con el permiso de los padres de familia y la asesoría y acompañamiento de la Policía de Infancia y Adolescencia.
- •Las imágenes registraron cómo las personas ignoraban a los menores de edad, pese a que se encontraban indefensos y expuestos al peligro en las calles.
- •En Bogotá, cada día tres niños se desaparecen.
Un experimento social llamado “Solo en la ciudad” liderado por el Concejal de Cambio Radical, Yefer Vega, dejó al descubierto la indiferencia de los bogotanos.
El ejercicio fue simple, pero con resultados contundentes. Tres niños, de 3, 5 y 6 años, con la autorización de sus padres y con el acompañamiento de la Policía de Infancia y adolescencia, caminaron, solitariamente, durante unas horas por cuatro puntos de gran afluencia de personas: la calle 72 (de la carrera 11 a la avenida Caracas), el parque Lourdes, Plaza de las Américas, la plazoleta de la Universidad del Rosario y parte del centro de Bogotá (carrera 7ª).
El propósito del ejercicio fue medir cómo reaccionaban los ciudadanos que caminaban por allí al ver la escena de los tres menores de edad en las calles sin el acompañamiento de sus padres o de un adulto responsable.
De las 16 horas totales en las que estuvieron los niños solos en la calle en los diferentes puntos, solo tres personas, de las miles que pasaron por el lado, detuvieron su marcha para ayudar a los pequeños.
“El ejercicio dejó en evidencia distintas situaciones cero positivas las cuales nos convencen de que la indiferencia es ese perfecto cómplice que tiene un psicópata abusador o asesino de niños para actuar. Y sí, tenemos un grado de responsabilidad y cuando ocurre el hecho de culpabilidad como ciudadanos porque no nos percatamos de lo que nos rodea, estamos más pendientes del celular que de las personas en el entorno y, simplemente, caminamos distraídos como zombies por la ciudad sin preocuparnos por el otro”, puntualizó el concejal Yefer Vega.
De otra parte, las pocas personas que se percataron, demostraron que no estamos preparados para una situación de este tipo, no sabemos qué hacer ni como hablarle a un niño cuando se encuentra perdido.
Los tristes resultados del ejercicio en calle, nos permiten enviarle un mensaje a la ciudad, un mensaje de alerta para que cada ciudadano se concientice y asuma su grado de responsabilidad frente al cuidado y protección de los niños en Bogotá.
Como complemento al ejercicio en calle, instalamos dummies en diferentes puntos de la ciudad en los cuales parecían fotografías de menores asesinados; con ellos buscamos sensibilizar a las personas sobre la indiferencia como ese gran coautor de los asesinatos de nuestros niños.
“Queremos que la ciudadanía rechace la indiferencia y entienda que el cuidado y protección de nuestros niños está en manos de todos”, indicó Yefer Vega, quien agregó que esta situación “debe ponernos a reflexionar sobre la culpa, el descuido, el grado de responsabilidad que tenemos al no darle a los niños el valor que se merecen. Nos convertimos en autores y responsables de vidas que se pierden porque somos indiferentes”.
“Es triste ver que la indiferencia de las personas haga parte de la vida diaria de una ciudad donde las personas jamás se percatan de la presencia de un niño solo y en condiciones de vulnerabilidad y, que un niño caminando entre la multitud es INVISIBLE.” aseguró el concejal.
Estos fueron los resultados obtenidos durante los experimentos que además fueron grabados por una producción que utilizó cámaras encubiertas y un drone.
Reacción ciudadana – Calle 72- Av. Caracas – Cra 7ª.
Nos ubicamos en la calle 72 con carrera 11, una zona concurrida de importante afluencia de ciudadanos en torno a su aire empresarial y universitario.
Allí, entre las 7 y las 11 de la mañana, observamos como nuestros niños actores caminaban de manera tranquila y son simplemente invisibles a la atención de las personas.
También pudimos notar que de aproximadamente 5.000 personas que transitaron junto a nuestros niños, solo dos mujeres se percataron de su presencia y decidieron, preguntarles por qué estaban solos.
Esto también evidencia, que en dado caso no sabemos qué hacer cuando estamos frente a una situación de este tipo: “un niño perdido”.
Chapinero
Para continuar con el ejercicio decidimos desplazarnos a la Plazoleta de Lourdes, un lugar concurrido, pero en donde el afán es menor y existe mucha gente que simplemente está sentada disfrutando del paisaje.
Allí pudimos notar que la reacción no es muy distinta. Para la gente los niños son invisibles, o simplemente piensan que están jugando, así no vean a nadie a su alrededor, pendiente de ellos.
Sur de Bogotá
Luego nos desplazamos a Plaza de las Américas, en la localidad de Kennedy, allí tampoco obtuvimos reacción alguna de ningún ciudadano.
Centro de Bogotá
Finalmente, nos dirigimos al centro de la ciudad, corazón de Bogotá, y allí, tuvimos nuestro tercer ciudadano que se percató sobre la situación de la niña caminando sola.
Esto dejo en evidencia que tan solo el 0.003% de las personas que vieron pasar a nuestros niños reaccionaron ante el hecho de verlos caminando solo por una avenida concurrida y a su vez peligrosa para niños de una edad entre los 3 y 9 años.
Según medicina legal en el 2018, en promedio, cada día se pierden tres menores en Bogotá.
√ Bogotá registra (2.956) personas desaparecidas, de ese total, 1.232 son menores. Esto quiere decir que de cada cinco desaparecidos en el país, al menos uno (el 20 %) es un niño o adolescente en la capital.
√ En el 99,5 % de los casos no hay información o pista alguna que permita esclarecer lo ocurrido.
Prensa: Mónica Serrano 3043886168
